Zacatecas.- El obispo Sigifredo Noriega Barceló, informó que en la entidad, a diferencia de otros estados, son más las personas interesadas en ingresar al seminario mayor, que quienes asisten al seminario menor.
Afirmó que ha existido “un ligero crecimiento” en el número de personas que buscan ordenarse como sacerdotes, aunque aceptó que hace falta quiénes se integren al seminario menor, donde se establecen las bases para quienes deciden ser sacerdotes.
“Los datos que tengo aquí de la Diócesis de Zacatecas, son de que en este momento tenemos 164 alumnos, la mayor parte en el seminario mayor; en el seminario menor hay alrededor de 50”, aclaró el obispo.
“Bendito sea Dios que aquí hay vocaciones todavía, muchas y muy buenas vocaciones, pero en otros lugares no. Vengo del norte, en mi diócesis anterior apenas ingresaban cinco jóvenes al año, y eso que el futuro en el número de sacerdotes se ve bastante limitado”.
De acuerdo con la Arquidiócesis Primada de México, a nivel nacional hay un repunte de quienes ingresan al seminario menor, pero continua “bajo” el número de personas que deciden ser sacerdotes.
“Lo primero es lo primero. Si hay una fe vivida, compartida, bien transmitida o bien celebrada, obviamente tienen que salir más inquietudes. Toda vocación surge de inquietudes, y una inquietud surge de lo que se ve o se oye”, afirmó.
Noriega Barceló, recordó que como parte de las actividades con motivo del Año de la Fe, buscarán que los bautizados se acerquen más a la Iglesia, pero también aumentar las vocaciones en la entidad; e hizo un llamado a los jóvenes para que se acerquen a la Iglesia Católica.
“Sin la fe en Dios es muy difícil sostener los valores de la fraternidad, o de la solidaridad; nos cansaríamos luego luego de atender unos cuantos enfermos o unos cuantos necesitados. Sería muy difícil sembrar esperanza, como estamos viviendo en tantas partes”, afirmó.
Preocupa inseguridad en Villanueva
También informó que en su reciente reunión con religiosos de Villanueva, le externaron su preocupación por la violencia existente, aunque -dijo el obispo- los sacerdotes consideran que sigue “a la baja” el número de incidentes.
Aceptó que esta realidad está presente y crea miedo entre las personas, por lo que lamentó sucesos como el ocurrido en el municipio de Guadalupe, la semana pasada, donde en un enfrentamiento entre la Marina Armada de México y la delincuencia organizada, murieron siete personas.
“Ojalá que esto nos sirva no sólo para que las autoridades hagan lo que deben de hacer, sino que los ciudadanos hagamos lo que tenemos que hacer”, destacó.
“Lleva tiempo, va a llevar tiempo la solución. Por lo pronto, lo más aparatoso debe contenerse y eso nos llama la atención. Es muy lamentable cualquier vida que se pierda, nadie puede decir ‘qué bueno que ya te moriste’”, expuso.
En ese tenor, indicó que como obispos tienen signado un documento que los compromete a realizar acciones a favor de la paz; y consideró que la sociedad debe estar más cohesionada en la construcción de medidas en favor de ésta.
Expuso que la iglesia ha servido para consolar a quienes han sufrido por una situación de violencia, y reiteró el llamado a la sociedad y autoridades, para trabajar por mejorar las condiciones sociales.