De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en Zacatecas la tasa de letalidad hospitalaria a consecuencia del cáncer de mama es que por cada 100 mujeres hospitalizadas 11.4 pierden la vida.
María forma parte de las 89.6 que sobrevivieron a la enfermedad gracias a una detección oportuna de la enfermedad.
Sin precisar la fecha, María recuerda que, pese a realizarse la autoexploración de mamas frecuentemente, algo en su organismo le indicaba que no estaba del todo saludable, pues “sentía como calambres”.
Esta condición se dio pese a que ella no consumía bebidas embriagantes ni fumaba, que son dos factores de riego relacionados con el cáncer.
Sin embargo, la señal de alerta estaba presente en su cuerpo, “porque cuando me auto exploraba nunca me detecté ninguna bolita en mi cuerpo”.
Para terminar con la preocupación de esos ligeros calambres, María decidió acudir al médico para que le practicaran los primeros estudios.
Al momento de recibir la noticia, afirma que lo primero que sintió fue que le echaron agua fría sin avisar, “pero lo tome como una noticia más, la acepté primero, para luego poderla transmitir a mi familia”.
María forma también parte de la estadística del Inegi la cual indica que en Zacatecas por cada 100 mil mujeres de 20 años o más de 14.44 a 23.21 pueden padecer algún tumor maligno de mama.
Así que tras comunicar a su familia le explicaron que debían operarla, su vida cambió nuevamente, “porque me dijeron que había otras alteraciones y por lo que era necesario recibir quimioterapia y radioterapias”.
Este proceso también resultó difícil, “porque son medicamentos que te acaban físicamente, moralmente estaba muy fuerte, a pesar de tener muchas cosas alrededor, en ocasiones si se derrumba uno un ratito.”
Rememora que en esos momentos pensaba en su familia, “porque siempre he sido como un pilarcito, pero siento que mucha gente acude a mí para diferentes cosas y sentía que no podía fallarles”.
Este pensamiento le daba fortaleza para mantenerse en pie y evitar que su familia le viera caer a consecuencia de la enfermedad.
Ahora, cuando logró superar la enfermedad, María comprendió que es necesario estar en mayor comunión con todas las personas quienes la rodean, “y hacerlas sentir vivas, como uno que recupera esa actitud de vida”.
Porque de acuerdo con esta superviviviente al cáncer, “le encontré el gusto a vivir, antes se deja llevar uno por la corriente y la situación. Ahora veo qué puedo ofrecerle a los demás”.
“Además el recuperar las pequeñas cosas que pasan desapersividas por lo cotidiano que resutan, como saludar a quien se tiene a un lado, hablar con las personas que tenemos mucho tiempo de hacerlo y tener la sereneidad de poder expresar ese sentimiento de perdón, son cosas muy importantes”, afirmó.
Así que la recomendación de María para evitar formar parte de la tasa de mortalidad de cáncer de mama mujeres de 20 años y más en Zacatecas que alcanza entre 12.10 a 13.73 de cada 100 mil, es la auto exploración, hacerle caso al médico y no evitar abandonar el tratamiento.
“Porque hay mujeres que aún cuando ya tienen dos diagnósticos de cáncer no se atienden, pues el cáncer no es mortal si se atiende a tiempo”, afirmó María una vez concluída la entrevista.