LA TERCA REALIDAD Y EL TRIUNFALISMO COMO PALIATIVO
Negar un hecho
es lo más fácil del mundo.
Mucha gente lo hace,
pero el hecho
sigue siendo un hecho.
Isaac Asimov,
escritor y bioquímico
estadounidense.
Como es de sobra conocido, el pasado domingo se llevaron a cabo procesos electorales, en los cuales se renovaron la gubernatura del Estado de México, así como gubernatura y congreso local en Coahuila, ambos bastiones del PRI. El primero históricamente controlado por el Grupo Atlacomulco y el segundo por las dos fases del periodo de los hermanos Moreira.
En el caso del Estado de México, el resultado favoreció, de manera contundente e irrefutable, a la maestra Delfina Gómez, abanderada de Morena, en alianza con los partidos PT y PVEM, quien contendió por segunda ocasión, ahora en diferentes condiciones.
En Coahuila, el ganador fue Manolo Jiménez, representante emanado del PRI, según lo habían acordado con el PAN y la rémora de ambos, el PRD; pupilo de Miguel Riquelme, actual gobernador de ese estado norteño.
De esta importante jornada se desprenden algunos puntos de análisis: el primero tiene que ver con el hecho de que, antes de estos comicios, ambas gubernaturas estaban en manos del PRI; a partir de ahora pierde una, el Estado de México.
Las implicaciones son, entre muchas otras, que dicha entidad posee el padrón más grande del país, por lo que, ésta se convierte en la elección preparatoria, con un año de anticipación, de la presidencial. Terminan casi cien años de priísmo y 80 del Grupo Atlacomulco, un clan mafioso que incluso llevó a la presidencia a uno de sus canteranos, Enrique Peña Nieto.
A partir de estas elecciones la distribución nacional queda de la siguiente manera:
-Morena gobernará 22 estados: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Zacatecas, Tamaulipas, Michoacán, Hidalgo, Estado de México, CDMX, Morelos, Guerrero, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Campeche, Quintana Roo y Colima, que suman 85 millones 931 mil 564 personas, un 68.2 por ciento de la población mexicana.
-Movimiento Ciudadano, dos estados: Jalisco y Nuevo León, con 14 millones 113 mil 571 personas, 11.2 por ciento
-PVEM, un estado: San Luis Potosí con 2 millones 772 mil 309 personas, es decir 2.2 por ciento
-PAN en Chihuahua, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y Yucatán con 10 millones 837 mil 206 personas, es decir 8.6 por ciento
-PRI en dos estados: Durango y Coahuila, con 5 millones 40 mil 561 personas, que se traduce a 4.0 por ciento.
Es por lo anterior que causa pena ajena observar la actitud triunfalista que han demostrado los partidos de la Coalición Va X México en la conferencia del martes en la que además firmaron el acuerdo para sostener la coalición rumbo al 24.
En ese frenesí bipolar de posiciones, Marko Cortés se quejó de la poca participación electoral de la sociedad mexiquense, además de que Alito Moreno amenazó a Alfredo del Mazo por no meter las manos en favor de Alejandra del Moral.
También llama la atención la vehemencia que medios, como Imagen de Ciro Gómez Leyva, intentan minimizar la victoria de Morena en Estado de México y maximizar la victoria de Va X México en Coahuila.
Podemos decir que en algún sentido todos los análisis son válidos; sin embargo, lo que hay que considerar es que en resultados electorales las conclusiones aritméticas son reduccionistas, porque finalmente en las ecuaciones electorales inciden un cúmulo de factores.
Por ejemplo, la oposición está lanzando las campanas al vuelo arguyendo que hubo un empate técnico en la sumatoria de votos total de ambos procesos electorales, que obtuvieron por un lado Morena, PT y PVEM y por otro Va X México, por lo que su previsión para el resultado de la elección Presidencial de 2024 estaría muy cerrada, pasando por alto que la oposición, a estas alturas del partido, ni siquiera cuenta con personajes con la estatura estadística y política de medirse con cualquiera de las llamadas “corcholatas”.
Claramente que esta elección fue impecable porque el INE cuenta con una nueva Presidencia en la titularidad de Guadalupe Tadei, quien hizo valer el carácter democrático del instituto, no como Lorenzo Córdova quien actuaba de forma protagónica y facciosa.
Para Morena y los aliados queda la experiencia de que la unidad y el compromiso con la sociedad, y no la cúpula, son los activos políticos más fuertes. Y para Va x México que el autoengaño, la falta de autocrítica y la falta de liderazgos y programa ha sido lo que ha propiciado su debacle.