JALPA. Entre los límites de Zacatecas y Jalisco, el Ejército Mexicano localizó cinco plantíos de marihuana con una extensión de 30 mil 100 metros cuadrados y 240 mil 800 plantas a un mes de su cosecha.
Las labores de inspección de la zona, realizadas por personal militar de la primera Compañía de Infantería No Encuadrado (CINE) de Jalpa, lograron su ubicación para luego incinerar el producto que ya no representará un ingreso para el crimen organizado.
Moyahua e Ixtlahuacán del Río comparten esta región serrana que es utilizada para la siembra de marihuana por su difícil acceso y condiciones propicias para la fertilidad de la tierra.
A dos horas de la base militar, más otros 25 kilómetros de caminos de terracería, se encontraban los sembradíos que se camuflaban entre los árboles, por lo que no podían ser localizados por aire.
El teniente Coronel de infantería, Reyes Hernández de la Cruz, fue quien encabezó la búsqueda de los cultivos ilícitos; éstos se ubicaban después de una zona agavera, que es regada con agua de una pequeña represa y que llevaba el líquido a los predios mediante un sistema de riego.
Cada área estaba cercada, al interior había tendederos donde los productores secaban la planta para después empaquetarlos y comercializarlos en paquetes de dos, cinco o hasta 10 kilos; todo dentro del mismo terreno, según datos de los elementos militares.
En cada metro cuadrado había ocho plantas de dos especies: la colombiana, morada y bajita, no pasaba el metro de altura; y la mexicana, verde, robusta y de metro y medio de altura.
Los caminos para llegar eran pequeñas brechas identificadas por árboles que pintaron los cultivadores de naranja o amarillo para poder recordar las entradas.
Ya en el predio, los militares se dividieron en un cerco de seguridad para vigilar y otros realizaron la destrucción del cultivo: las matas fueron arrancadas desde la raíz, al centro del cultivo se colocaron troncos secos que prendieron para luego arrojar la hierba, la cual ardía por el aceite natural que segregan las flores de cannabis.
El comandante declaró que era difícil saber el peso y valor en el mercado de la marihuana destruida, pero aseguró que era un golpe al crimen organizado; se desconoce si se trata de productores que revenden a algún cártel o si son los mismos grupos delictivos los que sembraron la droga.
En la zona no se detectó algún campamento, solamente pequeñas sombras improvisadas, presuntamente para los cultivadores. Después de 6 horas de trabajos, se lograron destruir los cinco sembradíos; cabe mencionar que es la tercera localización de este tipo de cultivos en esta zona en lo que va del año.
Foto: Alejandro Castañeda