Zacatecas, Teúl de González Ortega.- En una pequeña ciudad ubicada en el suroeste de Zacatecas, casi en los límites con Jalisco, rodeada de cerros y vastas llanuras, donde no floreció una gran cultura novohispana por quedar un poco fuera de la ruta minera, se conserva con integridad la arquitectura colonial de los siglos XVIII y XIX y sus largas fachadas de principios del XX.
Cerca del pueblo está el cerro conocido como Teúl, que en náhuatl significa la morada de los dioses, donde caciques caxcanes, por ser tributarios de los aztecas, construyeron un santuario-fortaleza llamado Cue (en maya quiere decir construcción de altura en una colina), el cual fue consagrado al dios Huitzilopchtli.
El cerro era un sitio ceremonial, mientras que todo el valle de Tlaltenango –hacia el norte– era el centro poblacional.
El arqueólogo Peter Jiménez mencionó que a dos meses de realizar excavaciones de sondeo, “Teúl es un lugar interesante, pues es de los pocos sitios que hay en todo el continente que tiene 18 siglos de ocupación continua, Teotuhuacán que conocemos bien, tuvo una ocupación de 9 ó10 siglos, Cholula de 13 a 15 siglos, por lo tanto el Teúl ocupa uno de los primeros sitios de ocupación prolongada a lo largo de la historia”.
Peter Jiménez mencionó que el Instituto de Antropología e Historia (INAH), gobierno del estado y el Municipio han solventado los gastos que la excavación genera.
Asimismo, el Congreso de la Unión otorgó recursos para este proyecto, que tiene el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) desde hace un año.
Dijo que está molesto porque el Fonca es una de las instituciones más burocratizadas del país y que “son especialistas en desaparecer fondos y desaparecer ellos, pues no contestan llamadas ni reciben documentos, además de elaborar documentos extraños”.
Por otra parte mencionó que se tiene programado que en tres años el Teúl sea un centro turístico como Altavista y La Quemada, pues han encontrado fragmentos de molcajete rayado para moler, que son del periodo post clásico temprano del 900 a 1200 d.C.
Expuso que tiene una cronología que va del 600 al 1200 d.C. y la parte más antigua son las tumbas de tiro, en las cuales empezarán a trabajar a más tardar en marzo.
“A finales de este año o principios de 2010 deberemos tener abierta una plaza abajo y en 2 ó 3 años la zona deberá estar abierta al público, ya estamos restaurando vasijas de cerámica encontradas, y que en uno o dos años más, con el acervo que encontremos se instalará un museo”.
Comentó que por petición del presidente municipal, Enrique Larios Arellano, ya realizan visitas con grupos de planteles educativos de la región para despertar la conciencia hacia la identidad cultural y dimensionen los daños del saqueo, con la finalidad que contribuyan a la conservación del sitio.
“Las visitas se están realizando el tercer viernes de cada mes, además tenemos peticiones por parte de algunas escuelas de la región que quieren asistir”.
Se menciona que las primeras excavaciones informales se realizaron en 1886. Bajo el gran Cue apareció un enorme ídolo llamado Theotl, cuya fama había trascendido los límites teultecas, llegando hasta el Valle de México.
Según algunas crónicas, ese Theolt –dios supremo de los teules– era el ídolo chaparro, de facciones muy feas, con cara endemoniada, que se llevaba en su mano derecha una navaja de cristal negro (obsidiana) y que seguramente sacrificaba a sus víctimas sacándoles el corazón.
Nadie sabe dónde quedó el Theotl, algunos dicen que se lo llevaron a la ciudad de México, otros que se desintegró o que se lo robaron los extranjeros. Lo cierto es que está perdido.