Zacatecas, Guadalupe.- Alrededor de las 10:45 horas, un edificio en construcción de tres pisos colapsó y dejó un saldo de tres muertos, 11 lesionados y al menos dos desaparecidos.
La edificación se ubicaba a un costado de la avenida Tránsito Pesado, en la zona industrial del municipio de Guadalupe y de acuerdo con versiones de la directora de Protección Civil del estado, Gabriela Hernández Cuenca, carecía de los permisos de construcción que debe otorgar el ayuntamiento.
Algunos testigos afirman que lo único que se vio en el momento del derrumbe fue una nube de polvo y tierra que nubló la carretera y tras disiparse sólo era posible observar los escombros y escuchar los gritos de los trabajadores que fueron sepultados por aproximadamente 900 toneladas de concreto y acero.
Los primeros en llegar fueron los elementos de Protección Civil del Municipio de Guadalupe quienes se sorprendieron al descubrir una carretera cubierta de piedras y concreto.
De inmediato comenzaron los trabajos de rescate y ayudaron a rescatar a tres de los trabajadores que “echaban un colado” en el tercer piso del edificio y resultaron ilesos.
De inmediato comenzó a informarse que en el edificio habían al menos 20 trabajadores, más tarde se confirmarían que eran 30 los albañiles que estaban en la obra.
Al lugar también arribaron 840 elementos de diferentes corporaciones para colaborar con las labores de rescate de los trabajadores de la construcción.
Inmediatamente se incorporó una tropa del ejército mexicano con 200 elementos, así como 20 de tránsito del estado, 18 de la Policía Federal Preventiva (PFP) y 80 de la Policía estatal Preventiva (PEP).
Aproximadamente a las 11 horas arribó al lugar el secretario general de gobierno, Carlos Pinto Núñez, quien realizó un recorrido por el lugar.
Minutos más tarde llegó la gobernadora del estado, Amalia Dolores García Medina a quien Pinto Núñez, le informó que en ese momento eran dos las personas muertas y que había “varios” desaparecidos.
En tanto los trabajos de rescate continuaban a marchas forzadas, en ese momento se temía que no rescatarían a ningún otro trabajador con vida.
A dichas tareas se sumaron Potección Civil de los municipios de Guadalupe, Zacatecas y Fresnillo, Cruz Roja, Peñoles, Jiapaz, Constructora Plata, Constructora Mayra y el Ministerio Público también se incorporaron.
Alrededor de las ruinas del edificio los trabajadores que lograron escapar del derrumbe se encontraban asustados y confundidos, mientras eran revisados por elementos del Ejército Mexicano quienes verificaban su estado salud.
En ese momento, cuando los heridos eran atendidos, personal de protección civil estatal informó que habían encontrado el cuerpo de Joel Omar Robles Casas de 21 años, él fue el primero que se encontró sin vida.
El hoy occiso trabajaba en la construcción junto con tres hermanos y su papá quienes resultaron heridos. Minutos más tarde arribaron al lugar su esposa y su madre quienes desconsoladas sufrían por la terrible pérdida de Joel.
Alrededor de medio día ya se había trasladado a dos personas al hospital general, quienes se encontraban estables, según fuentes oficiales.
La maquinaria quitaba los escombros, tan sólo Protección Civil del Estado llevó dos ambulancias, una unidad de rescate, dos unidades contra incendio, dos de ataque rápido y una pipa con agua.
El ejército mexicano aplicó el plan DN III para auxiliar a los trabajadores atrapados entre los escombros generados por el desastre.
Mario Hernández Gómez, uno de los heridos y trabajador de la obra dio a conocer que el dueño de la construcción es Noé Limón, propietario de las mueblerías Nova Luxe, e informó que hacía más de 5 meses que trabajaban en el lugar.
Empero, trascendió que Noé Limón habría contratado a alguna empresa para realizar la obra y que se encargara de obtener los permisos correspondientes.
También se dijo que los trabajadores atrapados eran de los municipios de Calera, Guadalupe, la comunidad La Zacatecana, dos más de Aguascalientes y otros de Durango.
Hernández Gómez señaló que en el primer piso trabajaban más de 10 personas en un vaciado, en el segundo colocaban tablaroca y en el tercero se hacía el último colado de la construcción.
A pesar de que no se revelaron las causas del siniestro, se presume que se debió a una mala planeación en la estructuración de edificio.
Conforme pasaban las horas, llegaban al lugar familiares de los trabajadores atrapados, quienes se dieron cuenta de la situación a través de los medios de comunicación.
Incluso un grupo de más de 15 mujeres, madres de los trabajadores angustiadas e impotentes observaban, a más de 50 metros, las labores de rescate sin que ninguna autoridad les informara de los avances del rescate.
Durante algunos minutos, los motores de las máquinas se apagaban, las autoridades pedían silencio para escuchar el lugar de donde provenían los gritos de los atrapados que pedían a ayuda, sin embargo, debido a que el tráfico no fue suspendido en tránsito pesado, el ruido de los vehículos no permitía determinar el punto exacto de dónde provenían las llamadas de auxilio.
Con la mirada perdida, los trabajadores que lograron escaparse observaban las labores de rescate, al ser cuestionados sólo narraban que el desastre había ocurrido en cuestión de segundos, por lo que muchos no pudieron correr para salir del edificio.
Juan Carlos Tercero Aley, perito de la Procuraduría General de Justicia, informó que en el lugar trabajaba el escuadrón de rescate con perros para localizar a los trabajadores sepultados, así como el equipo de rescate llamado Topos de Protección Civil.
Señaló que se introduciría una máquina llamada Sonar, la cual por medio de ondas sonoras, localizaría el lugar donde se encontraban los hasta entonces desaparecidos.
La construcción medía alrededor de 700 metros cuadrados y según el director de la Junta Estatal de Caminos, Carlos Correa Hernández, en promedio cada nivel tenía alrededor de 336 toneladas de cemento.
Correa Hernández atribuyó el colapso a una falla de cálculo estructural, empero afirmó que deberá esperarse a que se de el informe final.
La directora de Protección Civil del Estado, Gabriela Hernández Cuenca, informó que la construcción no contaba con el permiso necesario, ya que había sido cerrada por el ayuntamiento de Guadalupe entre octubre y diciembre del año pasado.
“La obra se clausuro porque no era confiable” dijo Hernández Cuenca, sin embargo, aseguró que no se tenía la información completa y dijo desconocer el nombre de la constructora responsable.
El secretario de gobierno municipal de Guadalupe, Juan Manuel Rodríguez Valadez, se negó a revelar el estado del permiso de la construcción, ya que aseguró que la información sería dada a conocer por la gobernadora del estado y afirmó que el ayuntamiento sí contaba con un expediente de la obra.
Horas más tarde el funcionario municipal se contradijo y afirmó en reiteradas ocasiones que la obra había sido suspendida meses atrás.
El hermetismo en torno al nombre de la constructora o del responsable de la construcción, fue impenetrable, ya que las autoridades se negaron a revelar dicha información.
Por la noche fuentes del Ejército Mexicano dieron a conocer que el responsable de la construcción era Guillermo Medina, mientras tanto desde el secretario general de gobierno hasta el director de obras públicas, negaban toda información.
Pinto Núñez afirmó una y otra vez que toda la información sería otorgada por la mandataria estatal, sin embargo García Medina acudió a las 20 horas a tomar protesta a la mesa directiva del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado, Municipio y Organismos Paraestatales (SUTSEMOP).
Durante el evento se limitó a reconocer el trabajo de los cuerpos de rescate en el lugar del derrumbe e informó que hasta ese momento eran tres las personas fallecidas, sin dar ningún dato adicional sobre el responsable de la obra.
En el lugar del desastre se daban a conocer los nombres de los lesionados: Joel Robles de 51 años, Víctor Viramontes de 42 años, Víctor Manuel Ruel de 36 años, Roberto Robles 28 años, Juan Carlos Robles de 24 años, Sergio Rivas Valdez de 27 años y procedente del estado de Durango, Gustavo Robles de 26 años, Juan Medina Contreras de 46 años, José Miguel Medina, José Uriel González de 19 años y Miguel Ángel Vibeira Quintana de 27 años.
Posteriormente se reveló la identidad de los desaparecidos: Alfredo Medina Martínez de 14 años, Miguel Medina Martínez, Guillermo Medina Contreras, Sergio Flores Noriega, Federico Villagrana Castañón y Juan Montalvo Sánchez.
Hasta el cierre de esta edición se reportaron tres muertos: Joel Omar Robles Casas y José Refugio de quien se desconocían sus apellidos, y era procedente de Aguascalientes.
Daños colaterales
Juan Carlos Robles Casas, hermano de uno de los fallecidos, relató que trabajaba en la construcción junto con tres hermanos y su padre.
Ellos se dedicaban a la construcción desde hace dos años y compraron un elevador de concreto, máquina con la que trabajaban, sin embargo, el derrumbe la destruyó, “colábamos en diferentes lados, pero sabe que vanos a hacer, quedó destruida, ya la sacaron pero esta hecha chatarra, pero mi hermano murió…”.
Su hermano Roberto Robles logró escaparse del derrumbe, al sentir que se caía la construcción salió corriendo y salió rasguñado ya que algunos escombros lo alcanzaron a atrapar casi a la orilla, por lo que pudo salir inmediatamente, sólo con algunos golpes en todo el cuerpo.
“Estábamos ocho ahí, fue en dos segundos, alcance a salir, estaba amero arriba cuando pasó eso, mi hermano se murió, mi hermano se murió”, señaló angustiado.
Juan Hernández Medina, uno de los trabajadores observaba conmocionado la situación, señaló que se encontraba en el tercer piso, “estábamos echando un colado y luego todo se cayó, estoy muy asustado, estoy esperando haber que pasa con mis compañeros, no se alcanza a escuchar si gritan, yo escuché nada más a uno que ya están sacando”.