Zacatecas, Zac.- Desierto es el panorama que envuelve a Ciudad Gobierno a doce días de que la titular del ejecutivo Amalia García deje ese cargo.
Un solo guardia custodia los edificios del complejo aún deshabitado, sin un solo mueble que indique que prontamente ahí se habilitará la vida político-administrativa del nuevo gobierno zacatecano.
Desde las rejas o puertas de acceso, todas cerradas con candados, se observan cientos de ventanas que delatan lo inhabitado de todos los edificios que conforman el lujoso complejo arquitectónico.
La puerta principal, sin acceso para discapacitados está también cerrada con cadenas y candado.
El guardia temeroso de acercarse a la puerta, se niega a dar información, se concreta a decir que no tiene autorización para hablar, sólo afirma que no se ha registrado ningún movimiento.
Contradictoriamente es muy fácil adentrarse en Ciudad Gobierno a pesar de los candados, ya que aún carecen de cámaras de vigilancia y como se mencionó antes sólo se aprecia un velador, insuficiente para rastrear todas las zonas.
Adentro, uno de los edificios aún sin terminar, luce sucio, no parece nuevo, los elevadores tampoco funcionan.
Todo parece indicar que el anuncio de García Medina en el que sostuvo, antes del colofón de su gobierno, todas las oficinas serían trasladadas a Ciudad Gobierno, aspecto con el que el nuevo gobernador Miguel Alonso no estuvo de acuerdo, no se ha cumplido.
¿Es posible entonces que Ciudad Gobierno, como se ha visto desde su edificación se convierta en un elefante blanco como las obras de reciente creación como el Estacionamiento de la Plaza Bicentenario y la Megavelaria?