Atraviesa Chalchihuites un rezago económico desde hace más de 75 años en la industria minera, del cual no podrá levantarse sino hasta en 10 años más.
A esto se suma la inseguridad pública, lo que ha provocado que su gente se vaya del municipio, rompiendo los ejes principales de sustento social como la agricultura y la ganadería, lamentó el presidente del municipio Alfonso Estrada Hernández.
“Hablando del desarrollo minero de Chalchihuites, [éste] está en una etapa decadente; se ha visto afectado por las crisis económicas y ha caído este factor minero”, comentó.
Estrada Hernández explicó que con más de medio siglo como municipio minero, la situación ahora empieza a hacer estragos.
“Tenemos un rezago con más de 75 años en la minería; estaba trabajando un empresario minero particular y fracasó; así también muchos microempresario se las ven duras por el rezago de tantos años”.
Debido a la migración, la gente de Chalchihuites está dejando desprotegido al campo y a la ganadería, que son ejes principales del desarrollo municipal.
“La tierra ya no la siembran por irse a Estados Unidos, pero ahora con las reformas políticas, muchos se vienen y no hay trabajo”, dijo el alcalde.
El retroceso en el municipio se debe a que muchas empresas mineras han fracasado y la gran mayoría de empresarios terminan cansándose, y para los microempresarios este ha sido un golpe duro, pues muchos no logran levantarse y los que no se van al extranjero se van a otros estados.
“Ahora tenemos una compañía en la mina de San Juan y posiblemente venga un desarrollo minero en Chalchihuites; estamos en espera de la activación económica por medio de eso; sin embargo, para que vuelva a cobrar vida la minería en Chalchihuites, tendrían que pasar hasta 10 años”, refirió.
Además, el municipio está siendo atacado por la inseguridad, lo que también provoca la desconfianza de la gente.
Es un círculo vicioso, explica, porque la falta de oportunidades por el olvido en que estuvo el municipio por décadas y la inseguridad que reina por colindar con Durango, son problemas que si no se resuelven, podrían dejar a Chalchihuites como un pueblo fantasma.