Francisco R. Murguia.- Con armas sin balas, equipo viejo, chalecos inservibles y patrullas descompuestas, laboran policías de este municipio, uno de los más grandes del estado de Zacatecas.
Samuel Vitela Valles, titular de la dirección de Seguridad Pública Municipal, reconoció las carencias con las que trabajan los 16 responsables de guardar el orden en una demarcación de más de 7 mil habitantes y de brindar el servicio a comunidades alejadas a poco más de 75 kilómetros.
Aseveró que los agentes son divididos en dos turnos de 16 cada uno y cuentan con cinco chalecos antibalas, seis armas cortas, tres largas y una escopeta, de los cuales sólo funcionan cinco de las primeras.
Cuentan también con dos patrullas, dos ambulancias y dos motocicletas, una de ellas en reparación.
Informó que en los próximos meses se inaugurará la casa de justicia, que albergará las oficinas de la delegación de Tránsito del Estado, el Juzgado y la dirección municipal de Seguridad Pública en condiciones óptimas.
La oficina en la que se encuentran actualmente, tiene dos separos preventivos para cuatro personas cada una, la oficina del director y un archivo en condiciones deplorables, todo ello inundado con olores fétidos provenientes del drenaje.
Vitela Valles, aseguró que en el municipio los delitos más recurrentes son el homicidio y robos, por lo que las investigaciones son realizadas por los propios oficiales “como los pueblos son chicos, pronto damos con los responsables”.
Las comunidades con mayor índice de homicidios son Jaralillo, San José de Morteros y Villa Cárdenas, donde la gente “se mata por cualquier cosa”, lamentó.