Tlaltenango De Sánchez Román. Hace 15 años, el realizar una excavación al interior de su vivienda, ubicada en la calle Heroico Colegio Militar, Juan Manuel Cervantes Muñoz descubrió un manantial que, desde entonces, satisface sus necesidades de vital líquido.
No obstante, el ojo de agua despide cerca de 10 mil litros del recurso, diariamente, razón por la cual la mayor parte del mismo se desperdicia.
Explicó que comparte este beneficio con las personas que los soliciten, sobre todo para quienes busquen dar de beber al ganado, incluso, para quienes deseen lavar su coche.
“Sabemos del periodo de sequía, por lo que algo puede aliviar este apoyo, sobre todo a las personas que tienen animales”, puntualizó.
Recordó que, desde que empezó a brotar el agua, realizó algunos estudios y se determinó que ésta es apta para consumo humano.