Zacatecas.- La investigadora universitaria Mariana Betzabeth Pelayo Pérez, afirmó que en 10 años -de 2000 a 2010- la ‘migración calificada’ a otros países del mundo ha crecido un 11.5 por ciento, principalmente en los ramos de la salud y la ciencia.
Añadió que Zacatecas aún no tiene una participación importante en este mercado de trabajo, impulsado principalmente por programas gubernamentales, sino que se mantiene la migración de personas con mano de obra menos calificada.
“En México se detectó que la migración se está dando en México por dos motivos. Uno podría considerarse voluntario, y se la llama así cuando el mismo país fomenta becas, financiamientos, para movilizaciones de mejoramiento a los profesionistas”, indicó la ponente.
Más adelante detalló que al segundo motivo se le conoce como migración involuntaria, provocada por razones económicas, bajos salarios o desempleo.
En el marco del décimo sexto (16) Coloquio “La Frontera, una Nueva Concepción Cultural” (investigación que realiza Mariana Betzabeth con Laura Isabel Cayero López), detalló que el Distrito Federal y otras cuatro entidades federativas encabezan esta migración, que se tiene en los países con una mayor tasa de envejecimiento.
Agregó que “Zacatecas no destaca en expulsión de gente calificada; los estados que más destacan son el Distrito Federal, Jalisco, Baja California, Querétaro y Nuevo León, pero también son receptores de migración nacional, y yo entiendo que se compensa”.
Tras destacar que la migración nacional creció en el orden de 5.45 por ciento, consideró que el incremento a 11.5 por ciento de trabajadores que van a otras naciones “es significativa”, y no descartó que en algunos casos los profesionistas se vayan por la diferencia de salarios, pues hay mejores retribuciones en el extranjero.
“Ahora los países desarrollados se preocupan por atraer a más gente capacitada, para cubrir algunos huecos de especialización y argumentan que lo ocupan para subsanar carencias en sus mercados laborales y sectores productivos”, destacó.
Ejemplificó que países como Australia y Corea, incluso tienen una lista de carencias y empleos para ofrecer a los países del exterior, que se enfoca principalmente a las ramas de la salud, “por los problemas de senectud que viven”; o en las ciencias, particularmente a través de profesionales de la tecnología.
Añadió que este esquema de migración internacional da la garantía de que “regresarán muchos de los que se van”.
Abundó que esto se diferencia de la migración involuntaria, generado por motivos económicos del desajuste estructural en los mercados laborales, que generan desempleo o subempleo, “y ahí podría considerarse fuga de cerebros”.
Además, dijo que por el momento no existen cifras relativas a la llamada ‘fuga de cerebros’, la cual se caracterizaría –en su opinión- principalmente por la falta de oportunidades laborales, cuyos migrantes posteriormente dejan sus conocimientos o invenciones en un país distinto al de su origen.