Sombrerete. De nueva cuenta Policías Federales aprovecharon su investidura para asaltar en despoblado a un grupo de comerciantes de Sombrerete y Durango que fueron a Guadalajara de compras para surtir sus negocios.
Relatan los comerciantes que todo transcurrió en calma cuando salieron a Guadalajara donde cada mes acuden a surtir sus negocios de mercancía diversa para ofertarla a sus clientes.
Joaquín G. afirmó que el viaje de ida resultó sin contratiempo y ningún elemento de la Policía Federal los molestó durante su travesía.
En el autobús iban alrededor de 35 comerciantes de Durango y de Zacatecas.
Relatan que ya todos se conocen ya que cada mes acuden de compras y han tenido chance de conocer el funcionamiento de sus respectivos negocios y los giros a que se dedican, precisan que ya de regreso todo el viaje transcurrió en calma hasta que ingresaron a territorio de Sombrerete.
Roberto M. afirmó que si bien es cierto que traían las cajas de mercancía dentro del autobús, esto se ha vuelto una costumbre entre ellos, ya que el área de almacenamiento de equipaje resulta insuficiente para albergarla toda y ninguna policía federal los había molestado.
Patricia S. enfatizó que ya entrando a Sombrerete alrededor de las 20 horas, al llegar al antiguo destacamento militar avistaron varias patrullas que se encontraban con las luces encendidas y les marcaron el alto.
Los federales les dijeron que bajaran del autobús ya que iban con exceso de equipaje.
Relatan los comerciantes que ahí los mantuvieron por varias horas y amenazaban con confiscarles la mercancía, con el pretexto de que eran productos importación y contrabando y que no tenían documentos para respaldarla.
Los comerciantes les detallaron que esta mercancía no es de contrabando y que toda proviene de grandes comercializadoras mexicanas ya plenamente registradas ante la Secretaría de Hacienda.
Como vieron que no podían buscarles otro motivo para multarlos, dejaron ir a los 35 comerciantes a cambio de que “se azotaran” con 200 pesos por cabeza.
De acuerdo con los afectados, los uniformados salieron con cerca de 7 mil pesos.
“Al final sólo querían dinero los muy ladinos y nos mantuvieron ahí por varias horas”, recriminaron.