México.- La depresión en México provoca pérdidas por más de nueve mil millones de pesos anuales a dependencias públicas y privadas, ya que ocasiona que las personas que sufren este padecimiento falten hasta 25 días al año a laborar.
De acuerdo con datos de la asociación Voz Pro Salud Mental, más del 9.0 por ciento de la población mexicana adulta sufre depresión, con mayor frecuencia mujeres jóvenes y ancianos, que tienen una autoestima baja, estrés crónico, problemas económicos, salario menor, falta de una pareja o un trabajo insatisfactorio.
Señala que en México existen más de cuatro millones de trabajadores que han padecido depresión en su vida laboral y se han ausentado por lo menos dos días al mes, lo que se traduce en un gasto inadecuado a las empresas por aproximadamente 780 millones de pesos mensuales.
El gasto crece cuando la persona que padece depresión no ha sido diagnosticada o esconde los síntomas, señaló Gabriela Cámara, presidente de Voz Pro Salud Mental.
De hecho, dijo, el impacto contra la productividad de las empresas por ausentismo en el trabajo es más del triple si se compara con enfermedades crónicas como diabetes, artritis, hipertensión y dolor de espalda.
Comentó que una combinación de factores genéticos, psicológicos y ambientales también pueden influenciar el inicio de un episodio depresivo y favorecer a que se pueda dar el trastorno completo.
Existen estudios que muestran una relación estrecha con la depresión, el estrés en el trabajo y las enfermedades crónicas como el infarto, cáncer y enfermedad de Parkinson, resaltó Cámara.
Siendo en el trabajo frecuente la depresión, puede presentarse combinada con fobias u otro tipo de trastornos, como ansiedad, pánico, déficit de atención, dependencia al alcohol y drogas, entre otros, indicó.
La representante de Voz Pro Salud Mental, un grupo de asociaciones no gubernamentales de familiares, usuarios y profesionistas, dedicados a mejorar la calidad de vida de las personas que padecen una enfermedad mental, señaló que todavía existe un estigma al respecto que afecta tanto a la persona que sufre este tipo de padecimientos, como a su familia, que en muchas ocasiones vive con sentimiento de culpa.