Zacatecas.- El ayuntamiento de Zacatecas se defendió de las acusaciones vertidas por el alcalde Rafael Flores Mendoza, quien preside la Junta Intermunicipal de Operación del Relleno Sanitario Intermunicipal (Jioresa), tras afirmar que únicamente les pidieron personal para la operación y diesel.
Fuentes del ayuntamiento capitalino explicaron que ellos sólo esperan que la Jioresa determine cuándo se inician los trabajos de recolección y tratamiento de basura en el primer relleno sanitario construido en el estado de Zacatecas, el cual se impulsa desde la anterior administración municipal.
Añadieron que están a la orden de lo que defina la Junta, pero tras la presentación del catálogo de decisiones para el municipio de Zacatecas –indicaron- ya se cumplió con la parte de Zacatecas.
Además dijeron ignorar por qué no se ha logrado la puesta en marcha del relleno que fue construido desde hace más de dos años, y cuyo uso se ha retardado en diversas ocasiones.
“Estamos a la espera del llamado, ha habido reuniones con los alcaldes, reuniones de Jioresa, pero ignoro porque no habría podido abrirlo Flores Mendoza”, insistieron las fuentes.
Cabría recordar que en días anteriores, el alcalde de Guadalupe precisó que ya estaba todo listo para la puesta en marcha del relleno inaugurado apenas hace un par de meses, y entregado a los ayuntamientos el 12 de octubre de 2010.
El catálogo establece que el ayuntamiento debe entregar varios litros de diesel y de gasolina, sin precisar cuantos; y la aportación de personal, para la operación del Relleno Sanitario.
Las fuentes insistieron en que tirar la basura que se genera diariamente en Zacatecas, en el relleno, es más sano para la población y que tendrá un costo adicional para el municipio, sin precisar de cuánto será este incremento.
El relleno costó más de 70 millones de pesos, que abarca 25 hectáreas en total, incluyendo una carretera de acceso, área de colocación de desechos, donde incluso se podrá generar energía a partir de basura orgánica.
Ahí se instaló una báscula de 80 toneladas para el pesaje y el control de la basura que ingrese al Relleno Sanitario; además cuenta con una charola de recepción de tres hectáreas, por lo que se removieron 263 mil metros cúbicos.
Asimismo, una zona de emergencia, en la parte sur de la geo-membrana, para que en temporadas de lluvias puedan ingresar los camiones recolectores de basura a la parte más baja y descarguen los desechos en este terreno.
Los lixiviados –líquidos “sucios”– que genere la basura serán reutilizados para el proceso final de putrefacción de la basura y aprovechar el bio-gas que se genere.