Zacatecas.- Este fin de semana el picador Nacho Meléndez fue objeto de un merecido homenaje en la capital zacatecana, mismo que le fue tributado por los grupos Círculo Taurino Zacatecano, Peña Brava de Sol, Juventud Taurina, y Peña Taurina “La Jerezana”.
El merecido reconocimiento al destacado varilarguero tuvo lugar en la Casa de la Cultura Municipal, en donde se dieron cita matadores de toros, novilleros, ganaderos, empresarios taurinos, y aficionados que revivieron junto a Meléndez el momento tan significativo que vivió en la pasada Feria de San Isidro.
Después de observar el video de la tarde en la que fue ovacionado tras su actuación del coso madrileño, Meléndez compartió lo que le significó ese momento.
“Ese día gracias a que el maestro Zotoluco me dio la oportunidad de hacer lo que es mi vida, que es torear a caballo, fue un momento único que es difícil aún de explicar, pues el sentir la ovación del público de Madrid es maravilloso”, comentó.
Agregó que “ese día todavía en la noche no podía dimensionarlo, hasta el día siguiente cuando leí los diarios españoles y los portales taurinos comprendí lo que había sucedido, fue la recompensa a los más de 28 años que llevó como picador. Siempre tuve el sueño de ir a España y gracias al maestro Zotoluco pude cristalizar ese anhelo”.
Posteriormente y visiblemente emocionado, Meléndez recibió un cuadro con las fotografías que la lente de Felipe Pescador logró captar la tarde del 21 de mayo.
“Tomé 74 fotografías de la actuación de Nacho Meléndez, como mexicanos sentimos gran orgullo, las que hoy entrego son de los momentos precisos de citar y cada uno de los puyazos, en el orden en que ocurrieron”, comentó Pescador.
Posteriormente, tanto el varilarguero como los presentes escucharon con atención el poema dedicado a “La Banderilla”, en la interpretación del Cronista Municipal de Fresnillo, Gustavo Dévora Rodarte.
Como colofón de la velada, el artista plástico zacatecano Alfonso López Monreal le hizo entrega de un trofeo muy especial, pues se trató de una vara a escala, cuya punta fue elaborada en plata por el artesano platero Salvador de León.