Zacatecas.- Durante el primer semestre de 2012, la afluencia de visitantes nacionales y extranjeros a los sitios arqueológicos de Zacatecas creció un 30 por ciento, con respecto al primer semestre del año anterior, aún con las alertas por inseguridad que se emiten para que los visitantes no acudan al estado.
“La gente está saliendo más y, por otra parte, creo que los mecanismos de seguridad están respondiendo favorablemente y la gente se siente más segura para venir a Zacatecas”, afirmó José María Muñoz Bonilla, delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“El primer lugar lo ocupa el turismo nacional. Son gente que viene de Durango, de San Luis Potosí, de Aguascalientes, de Chihuahua, de Nuevo León, de la Ciudad de México, pero fundamentalmente de estados vecinos”, añadió.
Incluso dijo que pese a las alertas emitidas por algunos estados, respecto de que Zacatecas es inseguro en sus carreteras, los visitantes de otros estados del país, así como los extranjeros, aún consideran a la entidad como un sitio turístico.
“Lo demuestra el incremento de nuestros visitantes”, enfatizó.
El funcionario federal señaló que en La Quemada, zona ubicada en el municipio de Villanueva, se tiene la mayor cantidad de visitantes, por la cercanía con la ciudad de Zacatecas capital; dijo que también aumentó la presencia de turistas en Altavista, atracción ubicada en Chalchihuites.
El año pasado, durante el transcurso de enero a junio, entre las dos zonas arqueológicas se tuvo una visita de poco más de 9 mil 200 personas, refirió.
Agregó que en los primeros seis meses de 2012, el sitio de La Quemada ha recibido a siete mil visitantes; en promedio, poco más de mil 150 por mes.
Este sitio es considerado por algunos historiadores como el legendario Chicomoztoc; mientras que los arqueólogos lo ligan a la cultura de Chalchihuites, caracterizada por una intensa actividad minera.
En tanto, en la zona arqueológica de Chalchihuites la afluencia llegó a poco más de cinco mil visitantes, de enero a junio de 2012.
Se piensa que Altavista era un punto de comercio de turquesa, proveniente de las minas oasis-americanas de Nuevo México, y donde se tenían conocimientos de astronomía.
Sin embargo, Muñoz Bonilla aceptó que podría crecer aún más la visita a los sitios arqueológicos, mediante una mayor difusión entre la población, inclusive a los zacatecanos, para que se interesen en conocer su historia.