Al concluir este sábado su mandato de seis años, el presidente Felipe Calderón Hinojosa es percibido por la población como un Ejecutivo mediano, alejado de ser un mandatario ideal, de acuerdo con una encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE).
Los encuestadores plantearon en octubre pasado, en la recta final del gobierno calderonista, la pregunta sobre si la gente lo consideraba un presidente ideal, tomando en cuenta que un mandatario ideal es aquel que es honesto, trabajador, carismático, preparado, que cumple lo que promete y tolerante.
En una escala de 1 a 4 puntos, en la que 4 significa ser igual a un presidente ideal y 1 ser totalmente distinto, la población colocó a Calderón en la medianía, al darle una calificación de 1.9 en el primer semestre de 2012.
La imagen de Calderón se fue alejando de ser un presidente ideal, ya que en el primer semestre de 2009, cuando GCE comenzó a hacer esta medición, el mandatario mexicano fue calificado con 2.6 (a 1.4 puntos de llegar a ser el mandatario perfecto), pero la valuación fue cayendo.
En el primer semestre de 2010, Felipe Calderón recibió una calificación de 2.1, en el mismo periodo de 2011 bajó todavía más a 1.8 y en 2012 casi quedó igual con una evaluación de 1.9 puntos, ni siquiera a la mitad de los 4 puntos que se requieren para ser un presidente ideal.
GCE explica que esta calificación de medianía “no fue impedimento para que la población sí lo percibiera como un presidente que tendió a cumplir con sus deberes”.
En la evaluación sobre si cumplió sus deberes, Calderón se mantuvo en alrededor de 7.5 puntos, en una escala de 5 a 10, donde 5 es que no cumplió con ninguno de sus deberes y 10 que cumplió totalmente.
Así las cosas, analiza GCE, “la población terminó observando a un presidente lejano de la imagen ideal pero cercano a la imagen de alguien que estrictamente cumple”.