Zacatecas.- El obispo Sigifredo Noriega Barceló, consideró que es “una emergencia” atender el sistema educativo en el país, tras recordar que dos meses atrás, el Consejo del Episcopado Mexicano (CEM) lanzó un documento sobre este tema.
“Necesitamos volver a educar; significa ir a lo que realmente es la educación y debe significar en nuestro tiempo, que es cuidar y acompañar a la persona, que debe ser integral y no reducirla a conocimiento y habilidades que tiene necesariamente la filosofía de la vida”, destacó.
Este llamado lo hizo después de cuestionársele sobre las acciones educativas que se pretenden aplicar, para contrarrestar el clima de violencia presente en el país.
Tras recordar que la Presidencia de la República, los estados, los ayuntamientos o la Secretaría de Educación Pública (SEP) aplicarán las acciones pertinentes, Noriega Barceló afirmó que el papel de “la Iglesia es ayudar en todo lo que mira a los valores que sustentan la educación”.
“Y si hay mejores personas, habrá un mejor país”, dijo el encargado de la Diócesis de Zacatecas.
También hizo un llamado a los feligreses zacatecanos, para que en estas fiestas del 12 de diciembre y de fin de año se recuperen los valores originales y no se incurra en excesos que deriven en tragedias.
La del 12 de diciembre “es una fiesta muy importante que define nuestra identidad y también al país. Espero que no sólo sea una procesión y una fiesta, sino que deje alimento para la vida cristiana”, indicó Noriega Barceló, sobre el festejo a la Virgen de Guadalupe.
Añadió que es un buen tiempo para recuperar la fe y la cohesión social, sin que se eliminen las tradiciones y festividades que se organizan en las parroquias o en las colonias del estado.
Sobre las posadas, indicó que es necesario evitar excesos, para que siga el carácter festivo y se eviten tragedias.
Espera diálogo entre comerciantes y el ayuntamiento
Noriega Barceló también habló nuevamente sobre la petición que han hecho los comerciantes semifijos del Centro Histórico de Zacatecas capital, al pugnar por el “respeto a todas las personas”.
Al respecto indicó que el apoyo de la institución que encabeza en la entidad, consiste en “escuchar y, dentro de lo posible, ayudar a buscar canales adecuados” de solución.
“No hay forma mejor (de solucionar conflictos) que el diálogo”, enfatizó el obispo oriundo de Sonora, tras destacar que si bien deben respetarse a todas las personas, “el derecho a manifestarse tiene sus límites”.
“También si se trata mal a un policía, que tiene la obligación de cuidar, hay que tomar las medidas pertinentes. No siempre se va a conseguir lo que se quiere, pero hay que buscar lo mejor para las personas y para la ciudad”.