Ojocaliente.- Comerciantes y habitantes de comunidades rurales en este municipio resienten la inseguridad que se vive en la región, por lo que sus demandas más sentidas son más vigilancia, así como apoyos sociales.
A pesar de la cercanía con la Unidad Regional de Seguridad (Unirse) del municipio de Trancoso, los habitantes reconocen que han tenido que modificar algunos hábitos, por el temor generado ante los constantes enfrentamientos armados.
El pasado lunes, poco después de las 7:00 horas, se recibió el reporte de que sujetos desconocidos habían arrojado una granada de fragmentación, frente a la comandancia de policías. Ante este hecho, el primer edil, Héctor Bernal guardó silencio y se negó a dar declaración alguna.
“Ayer estuvo muy solo por lo que pasó, la gente de las comunidades viene temprano a realizar sus compras”, expresó una joven empleada de mostrador.
Dijo que anteriormente los establecimientos cerraban entre las 20:00 y 21:00 horas, sin embargo por la inseguridad ahora se ven obligados a cerrar más temprano, además de que no hay gente que salga ya muy noche, apuntó.
Este martes, como pocas veces, las principales calles de la cabecera municipal y el jardín principal lucieron atiborrados de personas que esperaban la visita del mandatario estatal, Miguel Alonso Reyes.
“Aquí pasa de todo, hay que andar con cuidado”, refirió un hombre mayor.
Justo al lado de la alcaldía, después de las 13:00 horas, autoridades municipales, estatales y diputados locales participaron en la sesión Solemne de Cabildo, en la que se declaró el 2013 como Año del Bicentenario del Ayuntamiento de Ojocaliente.
Francisca Reyes, una mujer de 69 años, esperaba paciente en su asiento a que el acto protocolario concluyera, con la esperanza de poder acercarse al alcalde y solicitarle, una vez más, algún apoyo.
Así como ella, otra treintena de personas anhelaba hacer llegar sus peticiones a las autoridades, a quienes ayudaron en campaña y después los olvidaron.
Originaria de la comunidad San José de los Llanos, Francisca confía en que el gobierno le ayude a comprar una nueva sembradora para poder sacar la cosecha de este año, pues el año pasado apenas levantó “dos costalitos de maíz y fríjol”.
El costo estimado de este implemento agrícola es de 70 mil pesos. Cabizbaja sostuvo, “no es mucho, pero no tengo nada”.
A pesar de las constantes peticiones, el municipio no la ha apoyado ni económicamente ni canalizándola a algún programa.
Ella es jefa de familia y no ha sido beneficiaria de algún programa social dirigido a este sector de la población.
A unos meses de que concluya el actual trienio en Ojocaliente, la mujer recordó que el hoy presidente municipal, Héctor Bernal, tocaba puerta por puerta pidiendo el apoyo de la gente cuando era candidato; desde entonces, nunca pudo volver a entrevistarse con él.
Después de varias horas de espera, las personas escucharon a sus autoridades.
De entre una fila, una habitante de la colonia Pámanes se levantó de su lugar y abandonó el evento, molesta por la falta de respuesta de los gobiernos.
Su principal exigencia: una oportunidad laboral y que le ayuden a pagar las escrituras de su casa.
Ella tampoco, en casi tres años de la gestión del primer edil priista, ha tenido atención alguna.
Por ello reprochó: “Nadie me contrata porque estoy enferma, me dan convulsiones, y tampoco nunca me han dado medicina”.
Entre necesidades y obras pendientes, el cronista del estado, Manuel González, felicitó al municipio de Ojocaliente por este año especial.
Por su parte, las mujeres se daban cuenta de que, entre tanta gente, sería difícil acercarse a sus representantes.
“Aquí no van a dar nada, le dan a las que tienen, y eso muy poco”, se quejó otra fémina.
“Aquí puro saludo, que vaya al rancho”, reviró otra, más como plática que como reclamo.
No obstante, el gobernador Miguel Alonso manifestó su orgullo por regresar a la tierra de su padre y abuelos.
Frente a él, muchos rostros, en su mayoría de adultos mayores y mujeres, estaban en espera de que las promesas de los políticos se cristalicen en acciones.
Desarrollo social, educación y seguridad son los principales rubros que se suman a su compromiso con el gobierno federal solidario, según ha afirmado el mandatario.
Alonso Reyes reconoció la pobreza que persiste en Zacatecas, pues más de 155 mil personas están en condiciones de pobreza extrema y tienen como principal necesidad la alimentación.