Zacatecas.- Gustavo Rosso Núñez, coordinador jurídico del ayuntamiento, aseveró que la directora de la Universidad Norte de México (UNM), María de Lourdes González Huerta, es la culpable de que los estudiantes no hayan recibido los documentos que avalan sus estudios.
Aún cuando se afecta a los ex alumnos de la UNM al no tener su documentación, reiteró que no se cederá en la clausura del inmueble que ocupaba la institución y que es propiedad del municipio, hasta que haya una resolución legal en el juicio respectivo o los directivos comprueben su estancia legal en el edificio.
En entrevista colectiva, Rosso Núñez informó que en días pasados recibió algunos documentos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y un juzgado de distrito que respaldan las acciones del ayuntamiento.
En el caso del juzgado, aseguró, le da la razón al ayuntamiento porque ha actuado conforme a derecho, mientras que la CEDH, a través de la Primera Visitaduría, le notifica un acuerdo de no responsabilidad porque se ha apegado a la ley.
“Tenemos la certeza de que (la directora) está ocupando el edificio de forma ilegal, salvo que demuestre lo contrario, que demuestre con un contrato, con una autorización del presidente, la síndico y cabildo que lo ocupa legalmente, nosotros no tendríamos ninguna objeción en que continuara (con su uso)”, detalló.
Aseveró que la Secretaría General de Gobierno Municipal podría tomar una decisión respecto al caso de la UNM en alrededor de dos meses, y podrían entregarse los documentos a los directivos de la institución.
Sin embargo, el funcionario capitalino insistió en que para avanzar en este aspecto la Universidad debe demostrar su estancia legal en el inmueble y acusó a la directora de intentar desviar la opinión pública.
Los directivos argumentan que el edificio, propiedad del municipio, les fue entregado en comodato pero no han presentado los documentos que lo comprueben.
Al no acreditar su estancia legal, así como por incumplir la normatividad de protección civil y no estar registrados en el padrón municipal, el ayuntamiento optó por clausurar el edificio en 2012.