Río Grande. Se dejará de escuchar en Río Grande el grito característico “sí haaaaay, calientiiiitos con el sooool”, del querido y famoso Pariente.
El pasado 29 de mayo falleció Eleazar Ramírez Ramírez, conocido como El Pariente, y recibió el último adiós de sus familiares y el cariño de toda la gente que lo trató, pues gracias a su carácter amigable y a su trayectoria como comerciante, fue conocido por muchas generaciones, que hoy lamentan su pérdida.
El Pariente nació el 10 de mayo de 1942, contrajo matrimonio con María de Jesús Rodríguez el 11 de mayo de 1966, y procreó una familia de siete hijos: Eleazar, Nancy, Josefina, Mario Alberto, Valentín, Nicolás y Martín.
Eleazar Ramírez fue un ejemplo de persona en Río Grande, pues a base del esfuerzo y del trabajo, sacó adelante a su familia; además, disfrutó ser abuelo de 16 nietos, y bisabuelo de tres pequeños, que tuvo la dicha y satisfacción de disfrutar y convivir con ellos.
El alcalde de Río Grande, Mario Alberto Ramírez Rodríguez, hijo de este querido personaje en el municipio, expresó: “mi papá no es importante porque fuera el papá del presidente, sino porque él era único, querido por su amabilidad y por ser amigo de toda la gente”.
Don Eleazar Ramírez trabajó intensamente como comerciante; fue el primero en vender discos de 33 o 45 revoluciones, traídos desde la ciudad de México, luego, con su puesto en el mercado, vendió desde jugos hasta revistas.
Entregado siempre al trabajo, fue incluso cargador de don Donato Noyola, para luego dedicarse a la famosa panadería, reconocida por su exquisito sabor; las roscas o los cochinitos de El Pariente viajaron kilómetros y kilómetros, pues los migrantes, cada vez que tenían oportunidad, pedían que les hiciera llegar de este rico alimento.
Excelente deportista, dedicado al basquetbol durante su juventud, la población de Río Grande recuerda a El Pariente vendiendo tras las porterías en los juegos de futbol entre el Azteca y el Sarabia, disfrutando con gran adrenalina el encuentro y saludando a cada persona que acudía, sin olvidarse de su equipo favorito, las Chivas del Guadalajara.
Amante de la música, de los tangos, así como de la mexicana, don Eleazar Ramírez siempre buscó fomentar la amistad con toda la gente, y nunca descuidó su delirio, que era llevar la comida para su familia; “nunca nos faltó nada”, expuso el alcalde.
A raíz de varias complicaciones, El Pariente perdió la batalla el miércoles por la noche, y fue sepultado este jueves, con la celebración eucarística de cuerpo presente, en el Templo Parroquial de Santa Elena de la Cruz, adonde acudieron familiares, amigos y conocidos, para luego partir al Panteón Municipal, donde sería su última morada.
Mario Alberto Ramírez ofreció un sincero agradecimiento a quienes acompañaron tanto a él como a su familia en este trance tan doloroso, “pues nos han hecho llegar muestras tanto en las redes sociales, vía telefónica o personalmente, les agradezco su solidaridad, pues no hay nada que lo pueda pagar”, expresó.