Guadalupe.- Desde hace ocho meses, vecinos de la calle Ferrocarril sufren el abandono por parte de las autoridades, pues la calle está llena de baches y el problema se acentúa con las últimas lluvias registradas en la entidad.
El problema recorre el tramó que va del panteón de Dolores hasta la desviación a San Ramón.
Son por lo menos tres cuadras llenas de baches, que deben ‘torear’ los conductores; en algunos casos, se encuentran después de algún tope y son de profundidad considerable, además se vuelven difíciles de observar a distancia.
“Yo he puesto un poco de tierra cuando puedo, pero ya ni le pedimos a las autoridades que acudan a arreglar este asunto, porque ni siquiera nos hacen caso”, declaró Arturo, uno de los vecinos del lugar.
Durante una visita hecha por NTR Medio de Comunicación, se observó cómo algunos vehículos deben frenar repentinamente a menos de 10 metros de distancia del tope, pues apenas observan la mala situación del asfalto.
Incluso uno de los baches tiene una cuenca de entre 15 y 20 centímetros y se encuentra después de un tope, por lo cual los vehículos tienen que esquivar la zona y por necesidad, los dos carriles se reducen a sólo uno.
En consecuencia, se vuelve inevitable que los vehículos rocen con el tope; pero si no se percataron del mismo, el impacto de la suspensión de los carros es notorio, y puede representar daños.
Sin embargo, durante la noche se vuelve más difícil la identificación de este problema, pues hay espacios en los que no alcanza a llegar la luz eléctrica.
“Queremos que las autoridades arreglen esta calle, pues es común el paso para llegar a nuestra casa y siempre estamos evadiendo los baches”, indicó Guillermo, otro de los vecinos afectados.
Por ello solicitaron al ayuntamiento que ponga atención a esta problemática, pues afecta a los vehículos de quienes frecuentan una de las vialidades importantes de la localidad, que conecta el centro con la comunidad de San Ramón.