Zacatecas.- Al igual que cientos de miles de niños que se dedican a trabajar en el mundo; en el estado, miles enfrentan esta misma situación, que entre otras cosas, los priva de educación, salud, tiempo de ocio, y en algunas ocasiones, viola sus libertades, pues incluso hay quienes se incorporan a las filas del crimen organizado.
“Francisco” es un niño de apenas 12 años que vive en la colonia Villas de la Virgen en capital, y desde hace cinco años, inició su vida laboral para ayudar en la economía de su familia.
Actualmente estudia el quinto grado de primaria, pero cuando suena el timbre de salida tiene que cambiar los útiles escolares por una canasta llena de dulces y frituras para vender en el Centro Histórico.
Se instala en cualquier punto de las céntricas avenidas donde se concentren más personas para ofertar estos productos desde las 14 hasta las 21 horas, mientras su mamá se encarga de las labores del hogar y surtir la mercancía.
Francisco tiene tres hermanos menores y dos hermanas mayores, quienes por no tener oportunidades laborales en la entidad, se fueron al extranjero a buscar el sueño americano.
A decir de “Paco”, como le dicen familiares y amigos, le gusta trabajar y ganarse el dinero honradamente para de esta manera ayudar a su familia.
Además, dijo tener otros cinco hermanos que radican en otras entidades del país, pero el vender dulces en las calles es una tradición de la familia, pues comentó que sus parientes ofertan esta mercancía.
Sin embargo, comentó que le gustaría seguir estudiando hasta lograr obtener un título profesional de maestro de primaria, debido a que su hermano es el único que concluyó estudios de enfermería.