OJOCALIENTE. A más de una semana de que unas 37 familias resultaran afectadas por las inundaciones que se presentaron en este municipio, amas de casa siguen en espera de los colchones que las autoridades del gobierno estatal se comprometieron a llevarles.
Expresaron que ese día se terminaron y que algunos de los funcionarios del DIF Estatal indicaron que regresarían a la brevedad posible.
Aunque los pobladores se quedaron sin nada, el apoyo por parte del ayuntamiento ha sido nulo; “mejor se han organizado otras personas, como los comerciantes, y se han cooperado para traernos despensas”.
María Guadalupe Bustos Torres fue una de las más afectadas, ya que dos de sus cuartos se hundieron después de las varias horas de lluvia, mientras que a otro se le partió el techo luego de que los elementos de la Dirección de Protección Civil tuvieron que retirar un árbol que tenía el riesgo de desplomarse.
La afectada, quien tiene más de 60 años de edad, expresó que siempre ha tenido que soportar el mismo problema, razón por la que nunca ha podido hacerse de sus cosas; “cada vez que llueve andamos flotando en el agua”.
“Visitas y más visitas” son las que ha recibido de las autoridades a lo largo de las administraciones municipales y estatales sin que se resuelva su problema; al contrario, su vivienda cada vez está en peores condiciones.
Con lágrimas en los ojos, recordó como en una ocasión tuvo que sacar a sus papás de avanzada edad en una camilla, ya que era imposible que atravesaran el patio caminando.
María Guadalupe teme que cualquier día su casa se derrumbe por completo y le preocupa que llegue la lluvia como la semana pasada, pues “de milagro” se ha salvado.
Expresó que vive en extrema pobreza. Ella se dedicaba a la venta de ropa usada que uno de sus hermanos le enviaba desde Ciudad Juárez, pero todo se le echó a perder y hace mucho que no tiene ni para un kilo de tortillas.
Hace unos tres días, agregó, acudió a su vivienda personal de la Secretaría de Infraestructura (Sinfra); “anduvieron tomando medidas y dijeron que luego regresaban con un arquitecto para ver si me hacen un cuarto”.
La afectada confía en que se le apoye, pues indicó que necesita un lugar seguro para vivir.
Urge un canal
Francisco Torres Guillén, director del Departamento de Obras y Servicios Públicos en Ojocaliente, informó que debido a los adeudos que arrastraba la administración municipal no fue posible construir un canal, que es lo que se requiere para evitar las inundaciones.
El funcionario señaló que es difícil que ahora que está casi concluyendo el trienio se realice una obra de tal magnitud, pues fue algo que se planteó desde el principio debido a que cada año se tiene el mismo problema; “es una obra prioritaria a la que ojalá ponga atención el próximo alcalde”.
El problema principal, expresó Torres Guillén, “es que se construyeron viviendas en terrenos no aptos y no se le dejó el espacio suficiente al cauce natural del arroyo que atraviesa casi toda la cabecera municipal, y que debe ser de mínimo 7 metros de ancho, mientras que también se deben respetar mínimo 10 metros de distancia para construir, cosa que no se hizo”.
Es por ello que en la calle Tepezquite, en el Puente San Pedro, es donde se acumula la descarga de aguas pluviales y, cuando llueve, sólo se hacen tareas de excavación para aminorar el problema.
Sin embargo, el funcionario dijo que mientras no se elabore una propuesta seria, un proyecto, este problema continuará; “es de todos los años, no de ésta ni de la anterior administración”.
Por otro lado, indicó que además de que no se cuenta con instalaciones funcionales, “no estamos preparados para los tormentones que se han venido, que son tipo tromba. Un ejemplo de ello es la inundación que se registró en Soriana, en esos casos nos rebasa cualquier tipo de prevención”.
Familias completas quedan sin empleo
Debido a las inundaciones que se presentaron hace más de una semana en Ojocaliente y que trajeron como consecuencia el siniestro de más de 200 hectáreas de vid, maíz, frijol, brócoli y ajo, más de 500 familias se quedaron sin empleo.
Después del recorrido realizado por autoridades del Departamento de Desarrollo Agropecuario, fue posible constatar que Venados y Pastoría fueron las comunidades más afectadas, y aunque ya se solicitó apoyo a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), los que resultarían beneficiados, aunque con muy poco, serían los dueños de los predios.
Mientras que la población restante, la que diariamente acude a los jornales, es la que está preocupada, pues no cuenta con otro medio de subsistencia debido a que en el municipio no hay trabajo, por lo que se encuentra en una situación desesperante.
Así, los trabajadores agrícolas afectados solicitaron la intervención del gobierno estatal, pues comentaron que bien se les podría apoyar para realizar labores de empleo temporal, debido a que es una situación muy difícil la que atraviesan las familias de las localidades antes citadas.
Agregaron que es de la jornada diaria que realizan en el campo de donde dan de comer a sus familias y que actualmente no cuentan ni con 10 pesos para un kilo de tortillas.
Además, lamentaron que el DIF Estatal sólo se fijara en los afectados por las inundaciones de la cabecera municipal, pero nunca en los de las comunidades, en donde aunque el agua no entró a todas las viviendas, la mayoría de las familias se quedó sin trabajo.