Zacatecas.- Debido a que está próxima la conclusión de las 58 administraciones municipales, algunos ayuntamientos como el de Sombrerete ya se preparan para la liquidación de funcionarios de primer nivel, mientras que en otros como Saín Alto, posiblemente se irán como llegaron.
Y es que actualmente todos sin excepción atraviesan una difícil situación financiera, y el recurso que les llega apenas les alcanza para subsanar los gastos más emergentes, como la nómina y el pago de servicios de telefonía y energía eléctrica.
En este sentido, el alcalde de Luis Moya, José Manuel Jaime Delgadillo, indicó que no se ha discutido ese tema en las reuniones de cabildo, pues únicamente se ha aprobado un bono de retiro, “dependiendo de la situación financiera” en que se encuentren entrando septiembre, de 21 mil 500 pesos.
Mientras que el alcalde de Ojocaliente, Esaú Medellín Salas, señaló que en dicho ayuntamiento tampoco se ha fijado un presupuesto para la liquidación de funcionarios de primer nivel.
A diferencia de Sombrerete, donde cada director de departamento, informó la síndica municipal, Norberta Arredondo Méndez, se llevará de 70 mil a 80 mil pesos, aunque esto ya fue aprobado en una reunión de cabildo que se llevó a cabo de forma reciente, no se ha hecho la sumatoria de cuanto será el gasto total por este concepto.
El secretario del ayuntamiento, Bonifacio Marín López, expresó que en su municipio, en donde están careciendo de recursos para lo más elemental, tampoco se ha destinado alguna partida para liquidar a los funcionarios de primer nivel,
Indicó que sería irresponsable hacerlo ante la carencia de recursos, situación que hace prácticamente imposible subsanar las necesidades más emergentes de la población.
No obstante, la mayoría de los funcionarios señalaron que actuarán conforme a la ley y que lo que más les interesa es dejar finanzas sanas a quienes los precedan, aunque reconocieron que es un tanto difícil, ya que cuentan con deudas a proveedores y algunos organismos como el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Comentaron que además actualmente están muy vigilados por la Auditoría Superior del Estado (ASE), por lo que deben ejercer con responsabilidad cada peso que les llega.