Panamá.- Las cumbres iberoamericanas de jefes de Estado serán cada dos años a partir de la que se realice en México en 2014, según los acuerdos alcanzados en la XXIII reunión de presidentes celebrada el viernes y sábado en la capital panameña.
Para mejorar la organización del foro, los gobernantes decidieron “establecer una periodicidad bienal” a partir de la XXIV reunión prevista para el próximo año en Veracruz (México), indica una resolución y la declaración de Panamá.
Además, la cumbre, celebrada en un exclusivo hotel de playa, aprobó reducir en tres años el actual porcentaje de distribución de cuotas, del 70 para los países de la península ibérica y 30 por ciento para América Latina, a una nueva proporción de 60 y 40.
La reunión de Panamá, a la que asiste la mitad de los 22 gobernantes miembros del cónclave, se propuso la renovación como objetivo ante el debilitamiento en que cayeron las cumbres instauradas en Guadalajara (México) en 1991.
Los planteamientos de modernización fueron elaborados por el titular de la Secretaria General Iberoamericana (Segib), Enrique Iglesias; el ex presidente chileno Ricardo Lagos, y la ex canciller mexicana Patricia Espinosa.
A diferencia de lo que ha ocurrido en cumbres anteriores, caracterizadas por discutirse amplias declaraciones con numerosos temas, los gobernantes sólo emitirán desde 2014 “un documento conciso y operativo que incluya medidas concretas y mesurables”.
En los años que no se celebren reuniones presidenciales, se realizarán los encuentros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) con la Unión Europea, y habrá citas de cancilleres para abordar temas de cooperación.
Las actividades de la conferencia iberoamericana se centrarán en “los espacios iberoamericanos del conocimiento, de la cultura, de la cohesión social, de la economía y de la innovación y a otros espacios en los que tiene ventajas comparativas”.
La declaración que será firmada el sábado por los gobernantes establece que la cultura es el “principal instrumento de integración y “factor determinante de la identidad y de la cohesión social de nuestros pueblos”
El documento manda “mantener un diálogo fluido sobre temas de agenda internacional y buscar, siempre que sea posible, convergencias en los escenarios multilaterales; contrarrestar, de forma conjunta, la aplicación de medidas unilaterales”.
Reconoce que la existencia de bloques regionales “es un factor propicio a la hora de buscar convergencias, promover sinergias, definir áreas de acción y encontrar soluciones a los problemas que nos son comunes”.
Los mandatarios reafirman su compromiso con la erradicación de la pobreza, la reducción de las desigualdades mediante la solidaridad y la cooperación “observando el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas entre los Estados”.
La cumbre de Panamá se caracterizó por la baja asistencia de gobernantes, con sólo ocho presentes en la sesión inaugural la noche del viernes, aunque en el transcurso del día se sumarán otros tres.
Fuentes oficiales panameñas indicaron que la cumbre, que por segunda ocasión se celebró en Panamá luego de la de 2000, costó nueve millones de dólares.