Guadalupe.- Debido a que cada año aumenta la competencia de vendedores de arreglos y coronas artificiales, disminuye la costumbre de llevar ofrendas a los difuntos en los panteones y la venta de coronas elaboradas con plantas naturales hasta en un 50 por ciento.
Martín Ramírez Rojas, vendedor de coronas florales, oriundo de Silao Guanajuato explicó que desde hace 27 años negocia estos productos en ésta demarcación.
Consideró que la demanda de flores artificiales golpeó la venta de los productos que él oferta y que tradicionalmente aumenta en temporada de Día de Muertos.
Lamentó que si anteriormente realizaba 400 coronas en estos días y este año sólo fueron 200, “es triste que se pierda la tradición de llevar ofrendas a los difuntos”.
Enfatizó que redujo el número de la mercancía porque es costoso elaborarlas y la gente cada vez compra menos, pues dijo “prefieren adquirir las de plástico porque son más baratas”.
Ante esta situación, dijo que no es redituable elaborar tantos productos porque los ciudadanos ya no los requieren para adornar las tumbas de sus difuntos y a su familia le resulta costoso el gasto de transporte y la adquisición de las plantas.
Explicó que el proceso de fabricación inicia desde julio y se instalan frente al Mercado de Guadalupe desde el 26 de octubre hasta el 2 de noviembre.
Martín Ramírez mencionó que las plantas para adornar las coronas las adquieren de la Sierra de Santa Rosa y de la presa de Chichimequillas en Guanajuato, pues utilizan flor de peña, zacate y flor de tuna.
Comentó que la elaboración de coronas de muerto es una tradición familiar de varias generaciones, pues sus parientes se distribuyen en varias entidades del país a ofertarlas, entre estos Durango, Guadalajara y Aguascalientes.
También dijo que durante el resto del año la familia se dedica a la venta de calzado y ropa americana como su principal fuente de ingresos.