Zacatecas.- Desde hace dos años que el Hospital General de Zacatecas (HGZ) estrenó los nuevos edificios, se duplicó el número de comercios informales que se instalan en las inmediaciones del nosocomio, y hoy, entre los que llegan a vender sus productos durante la mañana o tarde, suman más de medio centenar.
Sin control por parte del ayuntamiento, con la falta de un proyecto para reordenarlos y hasta riñas entre quienes luchan por ocupar un espacio en la vía pública, muchas familias encuentran en esta zona una alternativa para emplearse.
En el complejo de Ciudad Administrativa los guardias de seguridad les prohíben a los vendedores de comida el acceso a las oficinas, por lo que frente al nosocomio se incrementó el número de ambulantes.
A las afueras del hospital se observa una veintena de puestos construidos con palos y láminas, la mayoría ocupados por Leodegario Adame quien de manera arbitraria prohíbe o aprueba la instalación de los vendedores en las banquetas, señaló la mayoría.
En tanto, los directivos del hospital poco hacen al respecto, pues argumentan a los comerciantes que no son ellos quienes deben determinar la instalación de sus puestos provisionales.
Aunque aún no existe acercamiento con las autoridades del ayuntamiento, indicaron que sólo les dicen que está en proceso un proyecto para dignificar y formalizar el ambulantaje; sin embargo, precisaron que desconocen los avances del mismo.
La mayoría ocupan parte de un predio propiedad del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Zacatecas (Issstezac) pues en el lugar se ha habilitado una farmacia que opera desde hace dos meses.
Incluso, algunos de los vendedores dijeron que estarían dispuestos a pagar una cuota para que les otorguen el permiso para ofrecer sus productos y mercancías.