México.- Es claro que el tema ambiental rebasa ese ámbito para involucrarse en otros y ser un tema económico, social y sobre todo de seguridad nacional, como lo mostró el reciente embate de los fenómenos Ingrid y Manuel por los daños humanos y materiales que dejó su paso, dijo el director general de WWF-México, Omar Vidal.
Las terribles afectaciones por estos fenómenos dejan en evidencia que “si en el pasado no hubiéramos deteriorado esas áreas que protegen de esos embates, no hubiera pasado esto, o al menos, no hubiera sido tan grave como lo fue”, dijo Vidal en entrevista.
Refirió que en México, 70 por ciento de los bosques está en manos de las comunidades, tienen el derecho de explotar los recurosos para su beneficio y el de sus familias, pero hay que hacerlo de una manera sustentable. Entonces, “no creo que haya esa dicotomía en la parte económica con la ambiental”.
De acuerdo con el director General de WWF-México, lo que vive el país recientemente no es nuevo, las condiciones fueron extremas con estos dos ciclones, pero el año pasado se vivió, se ha vivido en Tabasco, con las sequías en Sonora y en Sinaloa, se ha vivido en otras partes del planeta.
“Es un efecto, el cambio climático está agravando estos fenómenos, intensificándolos y haciéndolos más regulares. Por otro lado, si esto está ocurriendo, debemos trabajar mucho más en la prevención, en la adaptación”.
Y es que las políticas en las últimas décadas no fueron lo suficientemente responsables para evitar desarrollos costeros en áreas de alto riesgo; que se han ubicado en áreas donde ha habido una gran deforestación y eso ha causado deslaves.
Igual, alertó, hay asentamientos humanos en zonas de alto riesgo, lo mismo pasa en las costas; la sociedad ha degradado los manglares, las lagunas costeras, que actúan como amortiguación ante estos fenómenos.
Esta situación, sentenció, nos está enseñando a todos, a las autoridades, a la ciudadanía, que el cambio climático no es algo del futuro, es algo que ya está pasando, que está agravando todos los fenómenos “naturales”. Lo que no es natural, precisó, es la falta de previsión.
“Yo creo que las autoridades han respondido de una manera inmediata, las autoridades federales; y sobre todo en lo que tiene que ver con desarrollar estos atlas de riesgo. Tenemos que identificar las áreas que son más vulnerables, ver las comunidades, los asentamientos humanos y tomar las medidas necesarias”, añadió el especialista.
Por tanto, “es un llamado de atención, es una tragedia, en primer lugar una tragedia humana por la pérdida de vidas, los desplazados, los damnificados y esperemos que esto nos ayude a todos, por su puesto al gobierno a tomar las medidas necesarias para que cuando esto vuelva a ocurrir, porque estos fenómenos se van a seguir presentando, estemos mejor preparados”.
Respecto a los desplazados por temas ambientales, anotó, que no hay estudios de ello, pero “pueden ser millones de desplazados, debido a estos fenómenos”. En el caso de Ingrid y Manuel, la pérdida de las más de 140 vidas es algo lamentable, así como la gente que quedó desplazada, en gran parte a la negligencia, por no cumplir con los ordenamientos territoriales con la ley en el pasado.
“Se trata de prepararnos inmediatamente, no mañana ni pasado. Hay que elaborar esos atlas de riesgos de las zonas más críticas del país, concentrarnos en las más críticas, atender éstas y seguir trabajando para que como país nos adaptemos porque esto va a seguir, por lo menos por las próximas dos décadas si no empezamos a disminuir las emisiones”.
Recordó lo que pasó con Vilma, en Nueva Orleans: “golpeó a un país como los Estados Unidos en donde la respuesta también fue lenta, en donde no estaban preparados para lo que se venía”.
Omar Vidal opinó que esto debe empujar a que las autoridades de Estados Unidos, el Congreso de ese país, tomen el tema del cambio climático con mucho más seriedad, porque no hay un compromiso de participar en las negociaciones de tener este acuerdo global que mitigue estos gases de efecto invernadero.
En el caso de México, reconoció que hay una Ley de Cambio Climático. Como organización, dijo, WWF participó estrechamente con las autoridades, con las ONG´s, es una ley única en el mundo con metas muy estrictas.
Esa legislación considera el tema de adaptación y cómo se va a responder en el tema del agua, energías, de desastres; pero es una ley y hay que implementarla. Esa es la parte más importante, aclaró.
Sobre algunas medidas a considerar, resaltó la responsabilidad que tiene México como economía emergente, aunque en cuestión de emisión de gases de efecto invernadero ocupa el lugar 12 o 13; pero es una responsabilidad de México porque puede influir, motivar a otras naciones, economías emergentes como China, Brasil y aun a Estados Unidos.
Reconoció que México ha desempeñado una función en la esfera global, porque esto es un problema global, pero el tema de adaptación hay que hacerlo cumplir sin excepción, ordenamientos territoriales, lineamientos que no permiten construir en áreas donde hay manglares, arrecifes coralinos.
Todas son áreas que protegen a las poblaciones costeras sobre el debacle de estos fenómenos, hay que cumplir con eso, hay que cumplir con evitar los asentamientos humanos en zonas conflictivas desde este punto de vista, insistió.
El director general de WWF-México advirtió: “lo que hemos visto en el pasado han sido “cosas buenas y otras no tan buenas, porque no ha habido una transparencia en el uso de los recursos para plantar árboles, en reforestación por lo menos; la sociedad no está enterada como se usan esos recursos, creo que es muy importante transparentarlos”.