Zacatecas.- Enfrentar ofrecimientos de coyotes que pagan hasta 4 pesos por kilogramo de frijol, regateadores y dificultades para distribuir su cosecha, son sólo algunos de los obstáculos que los productores deben costear para recuperar su inversión.
“Lo que hacemos es salir a venderlo a las calles, porque el precio está muy bajo y no lo quieren pagar sobre 5.50 a 6 pesos el kilo y mejor decidimos salir”
Aunque la semana pasada se definió el precio piso para el grano, los centros de acopio del estado aún no están abiertos, lo que ha obligado a campesinos a vender su producto en plena vía pública y encontrar otras alternativas de distribución.
Tal es el caso de Samuel Ojeda Ramírez, originario de Trancoso, quien dedica un día a la semana a visitar diversos municipios del estado para vender su producción de frijol en cualquier espacio que encuentra.
“Lo que hacemos es salir a venderlo a las calles, porque el precio está muy bajo y no lo quieren pagar sobre 5.50 a 6 pesos el kilo y mejor decidimos salir”, expresó.
El kilogramo de frijol bayo, media oreja, flor de junio y texano, de todas las variedades por igual, las oferta en 10 pesos.
Con este precio reconoció que “apenas alcanza para comer, pagar gasolina y sortear el día en la calle, pero así nos sale un poquito mejor que vendérselo a la gente que lo compra barato”.
A bordo de su vehículo, aprovecha en colonias de la capital, Guadalupe, Jalpa, Concepción del Oro y Tabasco, por mencionar, la necesidad de madres de familia de adquirir el producto a bajo costo.
Los acaparadores y coyotes llegan incluso de otras entidades con la intención de aprovecharse de la necesidad de los frijoleros zacatecanos.
Vienen de aquí del estado, de Aguascalientes, Jalisco, hay quienes ofrecen hasta 4 pesos por kilogramo de leguminosa, para después venderlo de 13 hasta 15 pesos.
“Para el precio que está ahorita, estaría mejor que no lo pagarán a 12 pesos, pero no sé cuándo irán a abrir los centros de acopio, porque no se ha abierto ninguna, por eso nosotros vendemos en la calle y andamos batallándole un poco”, manifestó.
La situación por la que él atraviesa es una constante en todas las regiones del estado, en Fresnillo incluso les pagan el kilogramo más bajo, sobre 4 pesos kilogramo, es allá donde los están castigando más “que porque está un poco manchadito lo bajan a 3.50”.
Samuel Ojeda, consideró que la ayuda gubernamental que se les brinda como el apoyo del Procampo, terminan pagándolo los productores con intereses, porque aunque pueden sembrar, cuando llega la temporada de venta “los precios se bajan muy feo”.
Desde hace 10 años, así como el hermano y parientes encuentran en la siembra de este producto el único sustento para sobrevivir.
Después de la sequía que afectó el agro zacatecano, las lluvias de este 2013 han sido un aliciente para el sector.
“Se ha recuperado un poco el dinero si llovió pero también hubo destrozos, en lagunas partes la siembra se echo a perder, el chile estará caro y la afectación en Calera y Fresnillo es mucha”, indicó.