México.- La mayoría de los niños que acuden a una terapia psicológica tiene padres divorciados (61%) y su principal motivo de consulta son los daños colaterales emocionales derivados del proceso de separación, revelan datos de la clínica del Centro de Especialización en Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
Las consecuencias psicológicas en los niños -menores de 12 de años- son depresión, inmadurez, bajo aprovechamiento escolar y conflictos con la autoridad, explicó Claudia Sotelo Arias, directora del CEEPI.
“Las parejas ahora se separan de forma más violenta y esto incide directamente en los hijos pequeños e incluso en los adolescentes. Los usan para dañar a su ex cónyuge, los manipulan, hablan muy mal de su ex pareja en presencia de sus hijos e incluso presencian escenas de mucha agresividad que pueden llegar a los golpes. Esto provoca lesiones a nivel emocional que a su vez derivan en psicopatologías en los niños y adolescentes.”
La mayoría de las parejas que acuden al centro en medio de un proceso de divorcio, nació a partir de la década de los 70, su edad es menor a 43 años.
Los motivos de la separación son los siguientes: 36% incompatibilidad -desamor o que un integrante de la pareja creció desde el punto de vista profesional (económico) y el otro no-; 20% por violencia; 16% porque alguno de los dos padece adicciones; 20% por infidelidad; 8% por apatía (principalmente de lado de los hombres).
Asimismo, la mayoría de las parejas sólo tienen un hijo (52%); 44% tiene dos y sólo 4% tiene tres o más.
CEEPI reveló las principales consecuencias emocionales del divorcio en los hijos:
48% padece depresión crónica. A ello se asocia la inmadurez, la precocidad y la desintegración en sus grupos sociales y familiares.
32% presentó baja de rendimiento escolar.
20% tiene conflictos con la autoridad. No sigue reglas y se torna agresivo con sus padres y en su entorno escolar.