México.- Nuestro país requiere políticas de salud eficientes a fin de contener adicciones al alcohol o al tabaco antes que pensar en la despenalización de la mariguana, así sea con fines terapéuticos o recreativos, sostuvo Lucy Pérez Camarena, secretaria de la Comisión de Derechos de la Niñez.
Indicó que México entra hoy a un debate en esta materia sobre el consumo de este enervante, sin embargo, en un tema al que calificó como delicado, pues se abren más interrogantes que respuestas
“El consumo de esta droga no es un asunto individual, ni de grupo, sino de toda la sociedad mexicana en su conjunto, pues sus consecuencias afectan a una comunidad en general, tal como ocurre con tabaco o alcohol, las repercusiones son económicas, de salud, familiares etcétera”, explicó.
Mencionó que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Adicciones 2011, el consumo de drogas ilegales en México se duplicó en la década pasada, al pasar de 0.8 a 1.5 por ciento entre personas de 12 a 65 años de edad, aunque entre los hombres la prevalencia es de 2.6 por ciento a escala nacional, y en las zonas urbanas de 2.9.
Señaló que el querer solucionar un tema como el de la inseguridad, abriendo un boquete en el sector salud es aberrante, cuando el país no ha disminuido adicciones como el alcoholismo y el tabaquismo en donde los menores de edad lo consumen a más temprana edad.
Indicó que para muchos es más fácil una salida rápida el legalizar una droga, que crear políticas públicas eficientes, o en su caso acciones de prevención.
“Debemos preguntar qué está haciendo el Centro Nacional para la Prevención y control de las Adiciones y exhortar al Ejecutivo a que este centró fortalezca sus acciones”.
La legisladora de Acción Nacional, señaló que no hay motivo alguno para ceder a las presiones de quienes buscan, a través de una campaña mediática intensa, hablar de las supuestas bondades y soluciones que daría al país la legalización de la mariguana.
“Nuestro trabajo como legisladores, que buscamos proteger los derechos de las niñas, niños y adolescentes, debe estar orientado a la promoción de alternativas para una niñez y juventud sanas a través del deporte, la cultura y otras alternativas de desarrollo.”
Por lo tanto, agregó, “como madre de familia y legisladora no podemos pensar en fomentar la cultura de la muerte con reformas como esta, sino coadyuvar a la promoción de reformas que verdaderamente ayuden a el fortalecimiento del tejido social, ahí es donde debemos destinar esfuerzos, leyes y recursos”.