Zacatecas.- Desde lejos da la apariencia de ser una vivienda fuera de lugar; los grandes hoyos que hay en sus muros recuerdan impactos de bala, pero sólo son el reflejo de golpes de martillo que los vándalos de la colonia han hecho en este pie de casa, el cual luce sin puertas ni ventanas y, de acuerdo con los vecinos, está rodeado de promesas. Incluso pesa sobre él una sentencia de muerte.
Esta obra negra, que no abarca más de 30 metros de muros, empezó a construirse hace 20 años pero nunca pudo ser entregada a ninguna familia; el problema es que se encuentra sobre un terreno federal al estar ubicada a menos de 15 metros de distancia de los cables de alta tensión.
Esto, a diferencia de otros pies de casa de la colonia Juana Gallo, en la capital del estado, obligó a que poco a poco quedara en el olvido de las autoridades, incluso que fuera violada en innumerables ocasiones.
Cierta vez, un vidrio roto comenzó a marcarle el paso al deterioro; días más tarde, los marcos de aluminio de las ventanas desaparecieron, lo que dio paso a que gente sin hogar, por un tiempo, la utilizara de refugio, pero también como sanitario, motivo por el cual dejó de prestar el servicio a quienes trataban de pernoctar ahí.
Lo siguiente en desaparecer fueron las puertas; entonces, lo único que quedó fue la obra negra de un pie de casa, pero la historia está lejos de terminar.
El abandono en el cual se encuentra esta construcción la convirtió en un tiradero de basura, en mingitorio, e incluso en cementerio de animales muertos, lo que en conjunto inunda de malos olores la colonia Juana Gallo.
Los vecinos del lugar afirman que en varias ocasiones el ayuntamiento ha prometido derrumbar la casa y acabar con este foco de infección, y en administraciones anteriores se dijo que aprovecharían el inmueble para convertirlo en un centro de salud; sin embargo, la promesa quedó en el aire.