Guadalupe.- Con pocos implementos y sin comedor, pero la Unidad Municipal de Protección Civil (UMPC) ya tiene listo el albergue de Guadalupe listo para recibir a quienes necesiten posada hasta por tres días o más, dependiendo la situación de quienes soliciten alojamiento.
Aunque se tiene el mobiliario indispensable para albergar a 10 personas y la alimentación es proporcionada por la Dirección de Seguridad Pública (DSP), se puede habilitar una bodega que también se tiene disponible para 200 personas más, informó Juan Martín Valenzuela Prado, encargado de la UMPC.
Desde febrero del 2013 que se estrenó el nuevo edificio ubicado en la vialidad Arroyo de la Plata, a un costado del Centro de Salud de Guadalupe, el albergue quedó instalado para recibir a las personas que fueran llegando, ya que hay grupos que viajan de otros estados, pasan por aquí y saben a dónde llegar.
El antiguo albergue, ubicado en el fraccionamiento Rincón Colonial, tenía cinco literas para dar alojamiento a 10 personas, mismas que se trasladaron al nuevo edificio de Protección Civil, aunque no estaban en óptimas condiciones, por lo que ahora se tienen a disponibilidad algunas camas plegables y colchones.
En el edificio no se cuenta con un comedor formal; hay una estufa, mesa y sillas para la preparación de alimentos de los 30 bomberos que trabajan en la Unidad más los 20 voluntarios que trabajan en promedio, en turnos de 24 horas por 48 de descanso.
La alimentación es proporcionada por la DSP, a donde acuden a comer los bomberos. Cuando se tienen huéspedes se les trae comida, “pero tenemos un tope de 20 comidas, incluidas las de los albergados”; además hay algunos que son beneficiados con despensas que otorga el DIF municipal.
El alojamiento, aclaró el también paramédico, se otorga de preferencia familias, personas extraviadas, migrantes o a viajeros, pero no a personas intoxicadas o ebrias, pues se trata de garantizar la seguridad de los usuarios, sobre todo si entre ellos hay menores de edad.
Recordó el caso de una mujer que llegó acompañada de sus menores hijos, entre ellos una bebé de meses que requería leche y pañales; solicitó alojamiento debido a problemas familiares por lo que se quedó cuatro días, tiempo en el que entre el mismo personal de la dependencia se hizo una colecta para ofrecerle a la niña leche de polvo y pañales.
En ese inter llegó un migrante de origen extranjero al que debieron alojar en el área de dormitorios de los bomberos, pues su estancia fue breve, relató el funcionario municipal.
Agregó que para cualquier contingencia que se presentara, de necesitarse, el municipio tiene ubicados el salón de usos múltiples de la avenida 5 de mayo, el auditorio Luis Moya y el auditorio de la presidencia municipal para su habilitación inmediata, “normalmente pensamos en los salones ejidales o escuelas, pero lo importante es no interrumpir la instrucción académica de la comunidad estudiantil del lugar”.
Al respecto, detalló que esta labor se coordina también con el sistema municipal del DIF, ya que, en promedio, un albergue debe instalarse en las dos horas inmediatas a la contingencia y para ello se preparan colchones y cobijas.
En lo que va del año se han recibido alrededor de 200 personas, muchas de las cuales son viajeros que pretenden llegar a Estados Unidos y otras que han sido repatriadas y buscan llegar a sus estados de origen.