Chalchihuites. Martha Pereira González, directora del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (SMDIF) en Chalchihuites, refirió que la soledad es uno de los principales problemas que enfrentan los 70 abuelitos que acuden a la Casa del Adulto Mayor, lo que acarrea en ellos situaciones de depresión.
Argumentó que la edad es uno de los factores que contribuyen a que las personas adultas mayores no tengan la compañía que quisieran, pues en varios de los casos no conviven con los familiares o la gente de su tiempo, situación que, dijo, se intenta cambiar en el asilo.
“Aquí las personas mayores pasan ratos de recreación, hacen actividades como manualidades, y muchos buscan estar contentos a su manera y posibilidades”, externó Martha Pereira.
La directora del SMDIF de Chalchihuites mencionó que varios de los ancianos también padecen enfermedades crónico-degenerativas que merman su calidad de vida, pues algunos no tienen movilidad y, en otros casos, han perdido una extremidad corporal.
Pereira González explicó que los psicólogos se han acercado con ellos para ayudarlos a que se sientan mejor, aunque muchos no tienen la confianza de hacerlo, ya que no tienen a nadie que los apoye para subsistir.
Informó que acercarse con las personas de la tercera edad en las localidades es una de las actividades que han emprendido en Chalchihuites, porque varios de ellos no pueden acercarse a la Casa del Adulto Mayor debido a las distancias y carencia de unidades de transporte.
Martha Pereira añadió que los adultos mayores que acuden a la casa tienen entre 50 y 75 años de edad, quienes en muchos de los casos carecen del apoyo de sus familiares.
Sobreviven en el abandono
Con 20 años de servicio, la Casa Hogar El Abuelo, ubicada en Juan Aldama, atiende a siete personas de la tercera edad.
Cinco de esos siete inquilinos cuentan con familiares que, aun teniendo la posibilidad, no se hacen cargo de ellos, mientras que el resto de los abuelitos carece de alguien que los cuide.
María Cruz Juárez Ortega, encargada de la Casa Hogar, informó en entrevista para NTR Medios de Comunicación que “sin el apoyo de las diferentes administraciones, sería imposible albergar y dar atención a los abuelitos”.
Detalló que una de las principales necesidades del inmueble es una pared, que actualmente se encuentra enmallada, pero expuso que la obra ya es gestionada por las autoridades municipales.
Sin embargo, resaltó que la Casa Hogar no recibe apoyo de los gobiernos estatal ni federal, por lo que no se reciben beneficios de algún programa en específico.
Juárez Ortega explicó que aparte de albergar a los siete abuelitos, diariamente se reparten los tres alimentos a cinco personas que no se encuentran en el asilo; de igual manera, asisten individuos que, por diferentes circunstancias, no cuentan con recursos para alimentarse, por lo que aquí se les proporciona este servicio.
En días pasados, un grupo de personas informó a NTR Medios de Comunicación que se solicitó el ingreso de una persona inválida; al respecto, la encargada de la Casa Hogar expuso que únicamente se recibe a quienes se pueden valer por sí mismos.
Recalcó que por ello es relevante que contribuyan los gobiernos estatal y federal, pues, de esa manera, se podría proporcionar una ayuda más amplia a ese sector de la población.
“Los propios familiares, en muchos de los casos, vienen a dejarlos a la Casa Hogar y en ese momento se comprometen a colaborar con su atención, pero la realidad es que los abandonan y se deslindan completamente de sus viejitos”, lamentó Juárez Ortega.
También precisó que se requiere un domo, por lo que solicitó la intervención del delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en Zacatecas, Abelardo Córdova Almanza.
Producen sus alimentos
En la parte trasera de la Casa Hogar se cuenta con un huerto, en el que siembran cebolla, tomate, zanahoria, rábanos y otras hortalizas, productos con los que se cubre parte de la alimentación de los inquilinos.
Aparte de las ocho personas que laboran ahí, de acuerdo con sus posibilidades, los abuelitos contribuyen en mantener las instalaciones limpias, los jardines floreciendo y sus cuartos en óptimas condiciones, con la finalidad de que se distraigan y se sientan útiles.
Consultados por NTR Medios de Comunicación, algunos abuelitos externaron que son bien atendidos por el personal y que incluso les gusta estar ahí, ya que sus familiares ya no los visitan ni se preocupan por ellos.
En la Casa Hogar se alberga a un inquilino con síndrome de Down, cuyos hermanos, que tienen los recursos necesarios para brindarle atención especializada, lo abandonaron ahí y nunca lo visitan.
Chonito, como lo llaman, riega los jardines y realiza actividades que están a su alcance y que disfruta hacer; sin embargo, requiere atención médica especial, ya que ha tenido varias complicaciones en su salud.
“Hacemos lo posible y lo que está en nuestras manos, acudimos a las instancias de salud y nos dan la ayuda de acuerdo con sus posibilidades”, acotó María Cruz Juárez, pero lamentó que “mientras los abuelitos ayudan a construir la historia de las familias y a aumentar sus conocimientos, éstas los abandonan”.