Zacatecas.- Siete de cada 100 niños padece hiperactividad, un trastorno que suele traer de cabeza a padres, familiares y profesores, los infantes que lo padecen no son malos, vagos ni tontos pueden tener problemas para prestar atención o para estarse quietos en sus asientos, también actúan de forma impulsiva, lo que significa que hacen las cosas sin haberlas pensado antes de actuar. aseguró la coordinadora de Pediatría del Hospital General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del estado (ISSSTE) en Zacatecas, Luz Denisse Pérez Mayorga.
Explicó que la hiperactividad es un trastorno de la conducta de los niños que se trata de pequeños que desarrollan una intensa actividad motora, que se mueven continuamente, sin que toda esta actividad tenga un propósito, este exceso de actividad aumenta cuando están en presencia de otras personas, especialmente con las que no mantienen relaciones frecuentes; por el contrario, disminuye la actividad cuando están solos.
Pérez Mayorga puntualizó que la hiperactividad infantil es bastante frecuente. Se calcula que afecta aproximadamente a un tres por ciento de los niños menores de siete años y es más común en niños que en niñas (se da en cuatro niños por cada niña).
Argumentó que las causas se deben a una disfunción cerebral mínima, en la cual queda afectada el área del comportamiento, de ahí la consecuente explosividad en la actividad voluntaria, impulsividad orgánica e incapacidad de estarse quietos.
- Dificultad para resistir a la distracción.
- Dificultad para mantener la atención en una tarea larga.
- Dificultad para atender indicaciones
- Actividad motora excesiva o inapropiada.
- Dificultad para acabar tareas ya empezadas.
- Dificultad para mantenerse sentados y/o quietos en una silla.
- Presencia de conductas destructivas
- Incapacidad para inhibir conductas: dicen siempre lo que piensan, no se reprimen.
- Incapacidad para aplazar las cosas que les gusta en primer lugar y aplazan todo lo que pueden los deberesy obligaciones.
- Impulsividad, no piensan las cosas dos veces antes de actuar, no prevén, e incluso contestan a las preguntas antes de que se formulen.
- Juega con las manos o los pies o se retuerce en su asiento.
- Abandona su asiento cuando lo que se espera es que se quede sentado.
- Corre y trepa excesivamente en situaciones inapropiadas.
- Tiene dificultad para jugar o trabajar en forma silenciosa.
- A menudo está “en movimiento” o actúa como si fuera “impulsado por un motor”.
- Habla excesivamente
La coordinadora de Pediatría señaló que los padres suelen definir a un hijo hiperactivo como inmaduro y maleducado, sus comportamientos generan conflictos en la familia, desaprobación y rechazo, son irritantes y frustrantes en cuanto al éxito educativo de los padres, y algunos niños tienden al aislamiento social, este trastorno ya se detecta antes de los siete años y unos tienen síntomas más graves que otros.
Explicó que el tratamiento del trastorno de hiperactividad con déficit de atención es una cooperación entre el médico y niño, y participan los padres y usualmente los profesores. Para que la terapia sea eficaz, es importante:
- Establecer metas específicas y apropiadas.
- Iniciar la terapia farmacológica y/o la psicoterapia.
- Tener controles regulares con el médico para revisar las metas, los resultados y cualquier efecto secundario de los medicamentos. Durante estos chequeos, se debe recoger información del paciente y si es relevante, de los padres y los profesores.
- Comunicarse regularmente con el profesor del niño.
- Mantener un horario diario constante, que incluya horas regulares para las tareas, las comidas y las actividades al aire libre. Haga cambios al horario con anticipación y no a última hora.
- Limitar las distracciones en el ambiente del niño.
- Tratar que el niño consuma una alimentación saludable y variada, con bastante fibra y nutrientes básicos.
- Cerciórese de que el niño duerma lo suficiente.
- Elogie y premie el buen comportamiento.
- Mantenga reglas claras y constantes para el niño.
Para finalizar argumentó que debido a su trastorno, la autoestima del niño hiperactivo se deteriora y él acaba creyendo que todo lo que hace es malo, es importante que los padres sepan valorar y reconozcan lo bueno que hacen los niños hiperactivos y que sepan corregir su mala conducta inculcándole normas y límites.