Zacatecas.- Más de 25 años de experiencia respaldan el trabajo de Tomás Villegas Mariscal, diseñador, artista plástico y joyero zacatecano que actualmente se ha consolidado como uno de los mejores en el oficio.
El acercamiento de Tomás con el oficio de la joyería llegó por azares del destino a los 16 años; en aquel entonces se dedicaba a la albañilería cuando un amigo lo invitó a un taller de joyería en el Centro Platero.
“En realidad entré por mera casualidad, no me gustaba ni sabía lo que era la joyería. Al entrar me dijeron de lo que se trataba; teníamos una beca para aprender, de 70 pesos. Luego del taller abrieron la escuela de joyería, es un orgullo pertenecer a la primera generación de la escuela de joyeros del Centro Platero”, explicó.
A los 24 años y con el título de maestro joyero, Tomás comenzó a buscar apoyo para realizar su vocación; llegó a convertirse en el ganador del Concurso de la Plata Hugo Salinas Price, bajo la firma homónima de su marca.
“Creo que el hecho de ganar y de ver que fueron tantos participantes, así como el que hayan elegido mi obra me subió a otro nivel, me da otras expectativas de lo que soy capaz”, expresó.
La obra consistía un tablero de ajedrez que representaba las batallas entre los pueblos indígenas durante los siglos XV, XVI, XVIII.
Para la nueva convocatoria lanzada este año, el artista volverá a participar con una obra inspirada en la Conquista de México, en la cual invertirá el doble de dedicación y trabajo.
“Como mexicanos deberíamos entender un poco más de nuestra cultura, parece ser que hasta los extranjeros se interesan más que nosotros en ella”, recalcó.
Luego de vencer a 293 propuestas visuales, Tomás busca proyectar su trabajo a nivel nacional e internacional, pues hasta el momento su obra se ha presentado en algunos estados de la República como Aguascalientes, San Luis Potosí, Jalisco y el Distrito Federal.
La marca de Tomas Mariscal adquiere cada vez más renombre; entre aretes, gargantillas, pulseras, collares, abrecartas y otros artículos de plata, se esfuerza por perfeccionar su trabajo a diario.
Pese a que mucha gente no aprecia el arte de la joyería como un trabajo de alto esfuerzo, el también comerciante, oferta sus productos entre los 120 pesos para piezas de menor tamaño y los 120 mil pesos para esculturas grandes.
“Hay gente que me regatea, pero cuando explico todo el trabajo que hay de fondo en la elaboración de los artículos, entienden el por qué del precio” agregó.
Con plata zacatecana, el joyero trabaja, dibuja un boceto, crea el molde, y luego de un arduo proceso, pule el metal para convertirlo en una pieza valiosa que decorará algún espacio o cuerpo.
Actualmente Tomás dedica su vida al diseño y elaboración de sus piezas, además imparte clases a personas interesadas en continuar y contribuir con un oficio tan emblemático para el estado.