Río Grande. Durante los periodos vacacionales de verano, los menores tienden a aumentar el consumo de calorías con alimentos como pizzas, helados y dulces.
De acuerdo con la nutrióloga Mariana Mucia de Jesús Molina Quirino, para los niños, las vacaciones de verano significan levantarse tarde, jugar todo el día, divertirse y comer; después de todo, es mucho más fácil que un pequeño prefiera un trozo de pizza que un plato de verduras, así que mientras llega el tiempo de reincorporarse a las aulas, los infantes consumen calorías en exceso.
Externó que durante este periodo los niños tienden a consumir entre 220 y 695 calorías en exceso sobre la ingesta recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Molina Quirino dijo que los niños en vacaciones consumen más comida chatarra en 43 por ciento, mientras que cuando asisten a la escuela es de 33 por ciento.
Los alimentos de mayor consumo durante este periodo son dulces y golosinas, en 43 por ciento, comida rápida en 23 por ciento, y botanas o bocadillos, 19 por ciento.
Subrayó que la ingesta de grandes cantidades de comida chatarra, aunado a la falta de ejercicio físico, provoca en el menor aumente de peso y, por consecuencia, se generen obesidad, problemas cardiovasculares y otras enfermedades.
La nutrióloga Mariana Molina detalló que una bolsa de papas fritas de 160 gramos equivale a 499 calorías; una de 46 gramos contiene 137 calorías; una dona glaseada, 200 calorías; una hamburguesa de 107 gramos, 270 calorías; y una lata de refresco de cola, 137 calorías.
Explicó que si un niño consume una bolsa de papas y un refresco, ingiere un total de 636 calorías.
Por tanto, recomendó que así como se da la práctica de actividad física cuando están en la escuela, es importante que los niños practiquen algún tipo de actividad en casa durante vacaciones, así como evitar ver televisión o jugar videojuegos en exceso.