A Fresnillo se le atribuye el nombre de José González Echeverría, personaje que llegó al municipio en 1838 haciendo grandes cosas a favor de los ciudadanos aún después de su muerte, ya que parte de su fortuna la heredó a familias locales.
Debido a ello y como prueba de agradecimiento a la labor altruista y minera que realizó, se decidió crear un jardín que llevara su nombre.
Fue en 1930, aproximadamente, cuando se tomó la iniciativa –por primera ocasión– en la que los ciudadanos pretendían colocar un busto de este personaje en el Jardín Obelisco; sin embargo, la petición fe negada.
Razón por la que los fresnillenses, en coordinación con el Consejo Administrativo del Hospicio José González Echeverría y autoridades locales, planearon un jardín en lo que antes era la entrada principal de la ciudad, ahora conocida como avenida García Salinas.
Lo anterior con el objetivo de dejar un testimonio de la obra de este importante personaje y dar la bienvenida a los visitantes que transitan por El Mineral.
Es por esto que en 1954 se inauguró este jardín con un busto de González Echeverría al centro del lugar, evento que se llevó a cabo como parte de las actividades por el 400 aniversario de la fundación de Fresnillo, convirtiéndose así en una de los puntos más importantes del municipio.
A través del tiempo ha conservado la distinción que merece y sólo ha sido restaurado en una ocasión –a finales del siglo pasado– en la cual se hicieron mejoras en andadores interiores y exteriores agregando áreas con jardines, árboles e iluminación para destacarlo; además se colocó un nuevo busto de mejor calidad.