Zacatecas.- Desde hace 42 años, Juan Rivera Villa practica el arte de abrir las cosas que para otros resultaría imposible, con distintas herramientas que desde pequeño su padre le enseñó a usar.
Sus primeros acercamientos con la cerrajería se dieron cuando tenía 12 años y observaba cómo su padre hacía duplicados de llaves o trabajos para abrir puertas y cajas fuertes.
Con el paso de los años fue encariñándose con el oficio, y luego de estudiar dos años de secundaria, decidió dedicarse por completo a la cerrajería y poco a poco fue haciéndose de clientes.
Rivera Villa agregó que algunos de sus hermanos también practicaban la cerrajería y por eso fue conociendo más al respecto, por lo que desde hace poco más de tres décadas decidió ubicar su negocio “Cerrajería Jhony”, en el número 100 del mercado Arroyo de la Plata.
Afirmó que una de las anécdotas que más recuerda es que en una ocasión, un joven lo buscó para que le abriera una casa, asegurando que él asistía seguido al lugar, y él desconfiado, decidió preguntar a los vecinos si reconocían al muchacho y dijeron que sí.
Por ello –agregó- abrió la chapa; sin embargo, sí se lo habían solicitado para hurtar la vivienda, aunque el dueño de la casa atrapó al ladrón, lo identificó y enfrentó un proceso legal por ello.
Debido a esto, enfatizó, tiene mucho cuidado cuando le piden abrir alguna chapa, auto o caja fuerte, y si detecta alguna irregularidad, de inmediato dice que no al trabajo que le solicitan; “uno debe tener alerta los sentidos y hasta detectar algunos aspectos psicológicos en quienes nos buscan”.
Destacó que para él, la mayor satisfacción que le deja su trabajo, es que los clientes se van contentos y lo recomiendan o vuelven a solicitar sus servicios.