Río Grande.- Luego de que la contralora municipal, Teresa Rodríguez Landeros, solicitó ante el pleno de cabildo una licencia para separarse de su cargo con fecha indefinida por motivos personales desde el 4 de marzo, el puesto aún sigue sin titular.
Debido a las responsabilidades que un contralor municipal tiene, como planear, programar, organizar y coordinar las acciones de control, así como de evaluación, vigilancia y fiscalización del correcto uso de patrimonio municipal, se necesita un contralor y que el puesto no continúe acéfalo, consideró el regidor Martín Badillo Rodríguez.
“No se puede dejar pasar de largo la práctica de auditorías al presidente municipal y dependencias del ayuntamiento, a efecto de verificar el cumplimiento de los objetivos contenidos en los programas, y la honestidad en el desempeño de los cargos de los titulares de las dependencias y de los servidores públicos”, manifestó el edil.
Además, dijo que el ejercicio del gasto público por conducto de las dependencias y entidades, su congruencia con el presupuesto de egresos del municipio, así como el desempeño de los servidores públicos, son también tareas de un contralor.
En esta administración, agregó, el compromiso, en coordinación con este cargo, es impulsar una gestión pública de calidad, con apego a las normas y disposiciones legales aplicables, para contribuir con la transparencia y rendición de cuentas a los ciudadanos, resaltó.
Por lo tanto, es necesario que se presente una terna y se nombre a quien ocupará el cargo de contralor, reiteró.
Para finalizar, el alcalde Miguel Rodríguez Molina expuso que en breve se procederá, de acuerdo a las reglas y lineamientos que se establecen, para nombrar a quien ocupe el cargo.