Al menos 10 mil mujeres fresnillenses trabajan en el campo, desde la siembra de la semilla hasta la cosecha, pues es su única fuente de ingresos.
Son personas de entre 30 y 60 años, quienes apoyan a sus esposos en el arduo trabajo que este oficio requiere, o bien, se dedican a ello después de que sus parejas migraron a Estados Unidos.
Según Gerardo Pinedo Santacruz, regidor que preside la Comisión de Desarrollo Agropecuario, la mayoría se dedica a la siembra de frijol, pero también hay quienes se dedican a cultivar chile, maíz, cebolla, tomate y tomatillo.
Cada ciclo agrícola laboran en el volteo de las parcelas –entre febrero y abril–, para después de ello sembrar y cosechar a partir de junio.
Todos los días acuden a las parcelas, en las que permanecen por horas bajo el sol, pero con el único objetivo de obtener una buena cosecha que les genere ganancias económicas.
En el municipio se tiene el registro de que 20 mil hombres se dedican a la agricultura, por lo que al menos la mitad de ellos trabajan con el apoyo de sus esposas, quienes además de ser amas de casa, también son productoras.
En las 258 comunidades del municipio se pueden observar a mujeres campesinas, pero este panorama es más marcado en La Cantera, San Juan de la Casimira, Leobardo Reynoso y Trujillo, zonas en las que se trabaja por medio del temporal y del riego.
“Las mujeres se han convertido en una pieza clave para la buena producción del campo, ya que sin ayuda de ellas no se lograrían obtener los mismos resultados”, expuso Pinedo Santacruz.