Zacatecas.- El Día de Muertos no es solo la fecha en la que el panteón de La Purísima vuelve a la vida, pues es el Día de las Madres es donde hijos, nietos y bisnietos se reúnen para recordar a quienes les dieron la vida.
Desde la entrada del panteón se pueden apreciar varios puestos donde venden flores, cruces con listones de colores, para que todos los que arriban puedan llevar un presente a la tumba de sus madres.
Al interior del panteón, las personas llevan con gusto y nostalgia las coronas de flores, así como instrumentos para dar mantenimiento a los mausoleos; otros, se lucen con mariachi para que le canten “a la jefecita”.
También, algunos, como la familia Hernández Sosa -que llevan más de 20 años visitando a su progenitora – se recuestan junto a las tumbas pues “es la manera en la que podemos sacar la tristeza que llevamos por perder a nuestra mamá”.
Asimismo, los Ramírez Lumbreras relataron que tienes más de cuatro años visitando a su madre y abuela, “vienen nuestros primos y tíos; traemos ensalada para comer todos juntos”.
Al panteón no sólo acuden familias que acuden a visitar a sus mamás, también mujeres que dieron a luz, pero no tuvieron la dicha de criar a un hijo con el cual celebrar este día.
Una de ellas, narró que, aunque su pequeño falleció hace más de 5 años, sigue visitándolo, “sin falta el Día del Niño, el Día de los Santos y hoy, para que sepa que tiene a una mamá que lo ama cuida”.
En este nostálgico memorial, tampoco faltaron quienes recuerdan a lo grande, como los Martínez Rodríguez, quienes llegaron con mariachi a la sepultura donde descansa doña Mari, su madre; “nosotros, cuando estaba en vida le llevábamos serenata y seguiremos trayéndole serenata hasta que todos estemos junto a ella”.
En esta celebración de las madres, el festejo no se limita a quienes siguen con vida, sino también a aquellas que dieron hasta el final de su vida todo por sus hijas.