Fresnillo.- La Agencia Ramos se ha convertido en un ejemplo de constancia, ganas de salir adelante y sueños cumplidos, lugar que Víctor Manuel Ramos Frausto ha visto crecer a lado de su esposa, María Ester Domínguez.
Lo que comenzó como un pequeño ingreso extra en el patio del hogar de esta familia, ahora es uno de los lugares más reconocidos por los fresnillenses y habitantes de municipios aledaños quienes acuden a diario para llevar sus bicicletas en busca de reparación desde hace 36 años.
La pareja recordó que durante las tardes el patio se convertía en un pequeño taller que se llenaba de piezas tras desarmar las bicicletas.
“Por las mañanas lavaba coches en la calle y cuando llegaba mi esposa me tenía una fila de bicicletas con su respectiva notita; ella se desesperaba mucho porque nunca podía pasar por ahí”, manifestó con una sonrisa de diversión.
Sin embargo, visitar Guadalajara le cambió su vida ya que una de sus hermanas que habita en el estado le proporcionó recursos para adquirir la herramienta necesaria que no tenía y poder abrir de manera formal un taller.
“Cuando mi hermana me ayudó con esto me metí a ojos cerrados preparando el zaguán de mi casa; aunque empecé con las puras uñas, mi amor por las bicicletas me ha impulsado a seguir adelante”, comentó.
Con el paso de los años y con apoyo de su esposa e hijos, no sólo logró ofrecerles una carrera y subsanar las necesidades básicas sino también hacer crecer el negocio hasta que se convirtió en uno de los más conocidos de Fresnillo.
“Para mí es un orgullo ver que las personas de la cabecera, rancherías, Valparaíso y otros estados confíen en el trabajo que realizo pues eso no me hace perder de vista lo duro que ha sido llegar hasta aquí”, externó.