Río Grande.- Con el temporal de lluvias regularizado, agricultores de temporal y ganaderos se ven beneficiados, dijo Carlos Valentín Samaniego Castañeda, titular de la Dirección de Desarrollo Agropecuario.
Estimó que al menos 90 por ciento de los campesinos han volteado la tierra y están en vísperas de sembrar. Con la lluvia, agregó, en los agostaderos vuelve a brotar el pasto por lo que los ganaderos dejan de comprar forraje, pacas de avena y de alfalfa, lo que es de gran ayuda para los bolsillos.
Esta situación también ayuda a las finanzas del municipio, pues bajo la indicación del presidente municipal, Constantino Castañeda Muñoz, la Dirección de Desarrollo Agropecuario tiene la obligación de llevar agua a los abrevaderos que no tienen líquido, ya sea porque se secaron o porque no tienen pozo.
Samaniego Castañeda confía en que el período de lluvia se extienda lo suficiente hasta permitir que los pozos se recarguen, para disminuir el acarreo de agua en pipas a comunidades como Loreto y Progreso de Alfonso Medina; en ésta última, en particular, la Comisión Nacional de Zonas Áridas ha buscado el líquido en el subsuelo sin éxito, lo que pone en riesgo a la población.
“Sabemos de los productores, sobre todo de la comunidad de Progreso, que en esta temporada de sequía se traen a sus animales desde el agostadero hasta su casa en la comunidad, hablo de que hacen hasta 4 días caminando para poderles dar agua para que no se mueran”, manifestó.
En ocasiones, la sequía genera conflictos entre los ganaderos, porque los animales en su desesperación buscan el agua en agostaderos de otras comunidades.