Fresnillo.- El arte es una forma de expresión que fue creado para todos, pero el Taller de Artes Plásticas El Garage es el único lugar en Fresnillo que ha abierto sus puertas a personas con capacidades diferentes interesadas en esta actividad.
Lázaro Ramos Frausto, director del taller, manifestó que en los 14 años en los que se ha consolidado el espacio como centro de arte han atendido niños y jóvenes autistas, sordomudos y con síndrome de Down.
Lo anterior con el objetivo de demostrar que, a pesar de las limitaciones a las que algunas personas se enfrentan, son capaces de crear grandes obras.
“Creo que hay que darle la oportunidad a las personas interesadas en este medio de expresión, pues el mundo del arte y la cultura es para todos y hay veces que hacemos de lado muchas cosas que ellos perciben”, comentó.
Actualmente cuentan con dos integrantes con discapacidad, una de ellas es la joven Lidia, quien a sus 22 años se ha convertido en una de las alumnas más destacadas, a pesar de sus limitaciones para hablar y escuchar.
Dio a conocer que para poder interactuar con ella y compartirle sus conocimientos en la plástica se apoyó de su madre para aprender el lenguaje de señas y así lograr comunicarse con su alumna.
“El aprender a comunicarme con Lidia me dio la oportunidad de enseñarle a plasmar sus sentimientos y pensamientos en un lienzo; pienso que lo hemos logrado muy bien en los cinco años que lleva con nosotros”, detalló.
Otro caso es el de Manuel, un joven de 32 años con síndrome de Down, quien a través del dibujo y la pintura ha aprendido a plasmar sus gustos por el deporte y alimentos, pues desde que inició se ha dedicado a pintar imágenes publicitarias de las cosas que más le agradan, desde logotipos de equipos hasta etiquetas de bebidas y alimentos.
“Muchas personas y alumnos me han preguntado por qué no lo pongo a pintar paisajes u otro tipo de cosas, pero si él quiere expresar su gusto por las cosas a través de esto, tengo que apoyarlo como maestro”, relató.
Al igual que el resto de sus compañeros, estos jóvenes dominan las técnicas de carboncillo, lápiz, pastel, acuarela, acrílico, óleo y mixtas, además de que han expuesto en todas las galerías montadas por el taller.
Situación que consideró buena para ellos, ya que al ver su obra en una pared y el interés de las personas por sus creaciones se motivan para seguir adelante.
Ramos Frausto celebró que la respuesta de la población hacia las obras ha sido muy favorable, ya que le dan mayor valor al conocerlos, pues se dan cuenta de que el talento va más allá de las limitaciones.
Por otra parte, informó que ahora se encuentra en proceso de preparación para recibir a una alumna invidente, por lo que comenzará a tomar clases de braille para brindarle un mejor servicio y enseñarla a expresarse sobre el lienzo.
“Este es un espacio abierto para todas las personas, para que se den cuenta que lo importante es que les guste pintar, dibujar y expresarse, no sus capacidades”, enfatizó.