Fresnillo.- A lo largo de 43 años, José Correa Pérez ha dedicado su empeño y amor al oficio de herrero, forjando con sus propias manos ventanas, portones y puertas.
Recordó que fue su padre quien hace 50 años inició este negocio al lado de uno de sus hermanos, por lo que desde la adolescencia acudía al taller a diario.
Detalló que después de salir de la secundaria, por las tardes se dedicaba a hacer mandados a los trabajadores del lugar.
“Como a cualquier niño, al principio me daba miedo manejar la herramienta, pero con el paso del tiempo me di cuenta que es una forma de vida, por eso decidí tratar de aprender el oficio”, comentó.
Manifestó que al terminar sus estudios de preparatoria comenzó a dedicarse de lleno a esta actividad, en la cual no sólo ha encontrado un medio para subsistir sino también una escuela que le ha permitido mejorar en todos los sentidos de su vida, ya que a través de su trabajo aprendió darle valor a sus capacidades y crecer como persona.
Complementó que aunque su mayor deseo siempre fue terminar una carrera, se siente orgulloso de saber que con este oficio y el apoyo de su esposa tuvo la oportunidad de darle estudios profesionales a sus dos hijos, además de que también ha compartido sus conocimientos con personas interesadas en la herrería.
“Hasta que Dios me lo permita seguiré abriendo mi taller y trabajando en ello, porque el orgullo que me queda es que siete personas quienes han trabajado ya tienen su propio negocio y me queda la satisfacción de que todavía me visitan”, concluyó.