Las restricciones impuestas a los medios de comunicación que cubren la labor legislativa, tales como el confinar a los reporteros en una muy reducida “sala de prensa”, bloquearles el acceso a la galería superior o mezzanine, o limitar el acceso de fotógrafos y camarógrafos al salón de plenos durante sesión, fueron calificadas por quien las propuso, el diputado Luis Medina Lizalde (Morena), como simples medidas “para recuperar, retornar a la sala de prensa de siempre”.
Reconoció que en dicho espacio, como en todo el edificio, “no hay condiciones para todos los medios, pero es un problema generalizado para todo el funcionamiento”, y a pesar de que se negó a la prensa la entrada a la galería, aseguró que “no hubo intenciones de censura”.
Cuestionado sobre quién puso las “reglas” aplicadas ahora a los reporteros, respondió que “son las que han estado siempre”, y acerca de la mayor facilidad de acceso desde el piso superior, dijo que él no está en “el asunto operativo, esa es una cuestión que debe dialogarse con Anabel (Rivero, encargada de la comunicación social del Congreso)… pero es una decisión que tomó la CRICP (Comisión de Régimen Interno y Concertación Política)”.
Reconoció también que la decisión de la CRICP de cerrar la entrada a la galería, “probablemente” obedeció a “la intención de reordenar las cosas”, luego de que hombres armados entraron hasta el cubículo de la diputada presidente Lorena Oropeza, y eso generó preocupación “pues sin ningún filtro entraron al Congreso”, a pesar de que dichos hombres –como después supo– estaban plenamente identificados como policías, por lo que su incursión nada tuvo que ver con el trabajo de cobertura informativa de los medios de comunicación.
Aceptó que la decisión de limitar a los reporteros no estaba relacionada con la vulnerabilidad revelada tras dicha incursión de los policías –quienes, dice, “iban a ofrecer un curso”–, y que “no hay ninguna intención de bloquear (a los medios), o sea, es un elemento (sic) que evidentemente tuvieron que tomarse medidas (de seguridad), pero creo que el error fue no explicarlo. Creo que cometimos el error de no asumir que hubo un incidente, que entraron hombres armados, no detectados por el personal de los filtros, y quedó un mensaje de gran vulnerabilidad no sólo de los diputados sino de todo el personal”.
Admitió que su propuesta de “regresar a la salita de prensa” fue influida por el escaso conocimiento que tuvo, de primera instancia, sobre quiénes eran los sujetos armados que ingresaron al recinto legislativo, y sus intenciones. Y añadió que las “reglas operativas” con las que deberán trabajar los medios al interior del Congreso deberá proponerlas quien las ejecute, en este caso la propia Anabel Rivero como responsable de la comunicación de este Poder, y ser aprobadas por la CRICP.