Zacatecas.- José Cruz Sánchez Rivas es un músico que llevó su pasión por el mariachi y México más allá de sus fronteras, por lo que este año volverá a participar como maestro en un campamento de verano para niños mariachis en Oklahoma, Estados Unidos.
El licenciado en Música con Especialidad en Trompeta por la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), y con una Maestría en Educación, comentó que para él es un orgullo llevar la música de mariachi a los pequeños que nacieron en Estados Unidos, pero que tienen un lazo con México.
El próximo 17 de junio iniciará su taller intensivo en el campamento para niños mariachis, donde José Cruz compartirá los conocimientos que adquirió en toda una vida dedicada a la música.
Explicó que en el curso los pequeños recuperarán sus raíces, pues no sólo serán clases de música, sino de concientización de las tradiciones mexicanas y cómo mantenerlas vivas.
Aseguró que es una gran labor que mueve a los niños y sus familias, pues los devuelve con cierta nostalgia a sus raíces y los vuelve más orgullosos, ya que al final del campamento los alumnos interpretarán algunos temas como si realmente fueran mariachis.
Asimismo, expresó que es gratificante que los niños se interesen por la música, ya que algunos nunca tocaron un instrumento y ejecutar una pieza los llena de alegría.
Recordó que así inició él en la música, pues a los 12 años comenzó a tocar la batería en un trio con su papá, quien es docente y músico, para luego formar un tamborazo y un mariachi que fue referente en su natal Río Grande, el Mariachi Santa Elena.
Después, llegó la etapa de estudiar la preparatoria y se trasladó a la capital, donde combinó el estudio con el mariachi y luego ingresó a la Unidad Académica de Música.
Colaboró por siete años en el Mariachi Reyes de Zacatecas, uno de los más reconocidos a nivel nacional e internacional, para luego dedicarse a la docencia de música en Nochistlán de Mejía.
Aseguró que en las casas municipales de los municipios del sur del estado se imparte la cátedra de mariachi, algo parecido a lo que busca lograr en Oklahoma, para que las nuevas generaciones no olviden la auténtica música mexicana.