Desde hace 42 años, el 1 de octubre se celebra el Día Internacional del Vegetarianismo, estilo de vida adoptado por cada vez más personas, quienes optan por no incluir carne en sus dietas.
La palabra vegetariano (vegetarian en inglés) fue acuñada por los fundadores de la Asociación Vegetariana Británica en 1842, y deriva del latín vegetus, que significa “completo, sano, fresco o vivaz”.
Mayra Stephanie Salinas Gutiérrez, licenciada en Nutrición con diplomados en Nutrigenómica y Nutrición Ortomolecular, precisó que hace unas décadas el vegetarianismo ganó popularidad como una dieta que beneficia a la salud y como una forma de oponerse al maltrato animal.
En este contexto, recordó que la Asociación Norteamericana de Dietética indica que las dietas vegetarianas son saludables: “las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluidas las totalmente vegetarianas o veganas, son nutricionalmente adecuadas y proporcionan beneficios para la salud, en la prevención y tratamiento de ciertas enfermedades”.
Sin embargo, son dietas que deben estar perfectamente planificadas y apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluido el embarazo, la lactancia, la infancia, la niñez y la adolescencia, así como para los atletas.
Por otro lado, la especialista mencionó que las guías de nutrición establecidas y basadas en evidencia dicen que para seguir una dieta equilibrada necesitamos cumplir las siguientes recomendaciones:
- El 50–60 por ciento de la energía aportada debe provenir de los glúcidos.
- El 30–35 por ciento de la energía total de la dieta deben aportarla los lípidos.
- El 12–15 por ciento de la energía deben suministrarla las proteínas, una mitad de origen animal y la otra de origen vegetal.
Por lo anterior, se entra a un conflicto al momento de realizar una dieta vegetariana, pues ¿es posible llevar una dieta exclusivamente vegana y equilibrada? La nutrióloga responde positivamente, ya que “diversas investigaciones y estudios manifiestan que una dieta de este tipo adecuadamente planificada resulta saludable nutricionalmente”.
Asimismo, instituciones como el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra (NHS) y la Organización de Naciones Unidas (ONU), informan que el abuso en el consumo de productos de origen animal conlleva riesgos a la salud, pues clasificaron a la carne roja en el grupo 2A (probablemente cancerígena para los seres humanos) y a la carne procesada en el grupo 1 (cancerígeno para los seres humanos).